La segunda jornada del Estéreo Picnic se celebró ayer bajo el manto de frío y lluvia que como todos los años por esta época cubre la sabana de Bogotá, pero a pesar de ello, del lodo y del denso tráfico, la gente asiste por miles a este festival que celebra su octava edición.
PUBLICIDAD
Según los organizadores, el Estéreo Picnic atrajo la mayor cantidad público, con cerca de 20.000 personas, superior a la media de años anteriores, de entre 14.000 y 17.000 espectadores.
Para los organizadores, la apuesta es exitosa debido a la variedad de grupos musicales que el festival ofrece, la oportunidad de ver artistas internacionales en la cumbre de los listados como The Weeknd o los británicos The XX, o grupos de culto del rock como los estadounidenses The Strokes o los escoceses Two Door Cinema Club, que se verán al finalizar la noche.
El canadiense Abel Tesfaye, conocido como The Weeknd, mencionó durante su concierto que esta era su primera presentación no solo en Colombia, sino en Latinoamérica, cosa que por supuesto cautivó a los espectadores ansiosos de pop comercial.
Para Miguel Santacoloma, encargado de la logística y producción del festival, la fórmula les ha dado resultado. Con una estructura similar a la de festivales como el Coachella o el Lolapalloza, en tres escenarios casi simultáneos combina tendencias musicales que satisfacen el gusto ecléctico de los bogotanos, colombianos y muchos extranjeros.
«Tan solo el año pasado logramos contabilizar cerca de 3.500 extranjeros que visitaron el Picnic, desde estadounidenses y canadienses, hasta chilenos que prefieren venir y faltar a la cita del Lolapalloza que se realiza en Santiago por esta misma fecha. Sin tener cifras oficiales, este año creo que podemos superar ese número de visitantes», afirma Santacoloma.
Los organizadores reconocen que existe una fórmula, que se repite cada edición con diferentes rostros, sin que ello implique el riesgo de agotamiento y que deje de atraer seguidores.
PUBLICIDAD
Para María Alejandra, una joven asistente, en esta edición se ha notado cierto decaimiento no solo en los invitados musicales, comparados con los artistas de anteriores ediciones, sino también por los constantes problemas logísticos.
Para ella, «la propuesta ya empieza a agotarse, con pocos artistas conocidos, o en muchos casos nada innovadores».
Coincide en ello con prensa especializada que ve en las ediciones anteriores, con artistas como Red Hot Chili Peppers, Andrés Calamaro, y Florence and The Machine, verdaderas estrellas para festivales de esta categoría.
Para Santacoloma, las cifras de asistencia actuales desvirtúan las críticas, y agrega que ellos han tenido que adaptarse a «políticas del mercado actual», especialmente en dos puntos: que los grupos en la época estén de gira por Latinoamérica, y esos mismos hagan el circuito de festivales en el continente, como el Lolapalloza (Chile) o el Vive Latino (México).
En lo que están de acuerdo tanto los seguidores de festivales y organizadores de estos eventos, como Santacoloma, es que «la industria de festivales sufre de una problemática de ‘headliners'» o cabezas de cartel.
Al parecer se están acabando los artistas que llenaban festivales, por eso la versión de Lolapalloza Colombia no terminó de cuajar ante la falta de un artista de peso a la cabeza, o la reciente cancelación de Beyonce en Coachella.
Para el Estéreo Picnic, reinventarse es el camino en este mundo del espectáculo, por eso «estamos creando ‘headliners'», afirma Santacoloma, quien asegura que hay una lucha constante entre «cultivar» agrupaciones que pueden ser cabeza de cartel en el futuro y la realidad que la industria impone o las exigencias de un público.
Estéreo Picnic persiste en la fórmula establecida. En la tarde con agrupaciones nacionales o con cierta trayectoria local; al inicio de la noche, artistas internacionales con moderado reconocimiento o de culto; posteriormente agrupaciones o solistas con nombre y éxitos, y al finalizar, ya de madrugada, tendencias sonoras electrónicas, con las que el público termina al calor de los «beats».