Túnez en la Primavera Árabe. Bajo esa premisa comienza la historia de Hedi, una cinta que estará desde mañana, 26 de enero, en las salas de Cine Colombia de todo el país.
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La película basa su trama en ‘Hedi’, un joven que vive bajo el estigma de varias costumbres de su familia, relacionadas con una madre que busca gobernar su existencia y un matrimonio arreglado. ‘Hedi’ se encuentra agobiado, hasta el punto que piensa que la vida no vale la pena.
“Más allá de la rutina, ‘Hedi’ se encuentra agotado porque ya no le entusiasma lo que hace. Así que si habláramos del mensaje que podría dar esta película, sería intentar vivir intensamente las cosas y no ceder fácilmente ante el conformismo”, le contó a Publimetro Mohamed Ben Attia.
Su manera esquiva de ver la vida, hace que este joven prefiera que otros tomen las decisiones importantes. La excesiva pasividad del protagonista, fue pieza clave a la hora de elegir el título de esta cinta.
“Hedi significa sereno, tranquilo. El título de la película en Túnez es Inhebek Hédi. Eso significa Te amo Hedi, para recordar la historia romántica que ocurre en este filme, pero también denota: ‘Quiero que seas tranquilo’, y esa parte del simbolismo es la más importante para mí”.
Es en un viaje cuando la vida de ‘Hedi’ cambia radicalmente. Y es que es entonces cuando conoce a ‘Rim’, una mujer con espíritu libre que le enseñará lo que es la libertad a este hombre.
“El amor no puede cambiar al mundo. Lo que esperamos ahora es una revolución en las mentalidades que puede tomar más tiempo. Este tipo de experiencia, esas actitudes apasionadas, incluso románticas, nos dan otra perspectiva del futuro, pero son solo el comienzo”.
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Un país atrapado entre la tradición y la modernidad, es una parte de lo quiere presentar Hedi.
Y es que un personaje no es tomado por un buen actor que lo construya. Ese es uno de los puntos más fuertes de la cinta, teniendo en cuenta que Majd Mastoura, quien encarna a ‘Hedi’, es capaz de generar tristeza entre los espectadores, viéndose siempre tan melancólico y poco apegado a la vida.
“Majd es a la vez sensible y riguroso. Trabajamos mucho para lograr este matiz. Lo más difícil fue el hecho de que Majd es muy diferente de ‘Hedi’. Le encanta la danza, la poesía, tiene una voz bastante seria y puede incluso parecer exuberante. Por lo tanto, era un reto canalizar todo eso y encontrar el gesto y la mirada de ‘Hedi’”.
Más que existir de fondo una crítica personal hacia las costumbres tunecinas, Hedi es un retrato de lo que sucedió tras la Primavera Árabe. “Más que tradición, es ante todo una forma de ver el mundo. Cumplir con un modelo social y pretender que la felicidad es eso. El trabajo, el matrimonio, los valores familiares, todo esto a veces puede ahogar a los jóvenes que aspiran a una vida más libre y emocionante. Hacer una elección se convierte en un asunto de familia y ya no es un reto personal”.
Personalmente tuve la suerte de tener padres muy abiertos y hay que reconocer que en el mundo árabe aspiramos a ser progresistas, aunque las condiciones muchas veces no lo permiten. Lo difícil es vivir esta paradoja”, Mohamed Ben Attia, director de la cinta.