En esta era, cualquier cosa que trascienda en los medios, es susceptible de ser parodiada. Sea una tragedia como una masacre terrorista o un desastre natural. Incluso, un pequeño niño sirio ahogado o un gorila abatido a tiros en un zoológico. Nada es digno de respeto si se viraliza o si se comparte.
Este es el disfraz que sacaron del gorila Harambe, abatido a tiros en el Zoológico de Cincinnatti. De Kim Kardashian ya hay otro.
Mucho menos, hablar de una mujer como Kim Kardashian.
Fuera de que muchos olvidan que ante todo, es una persona, ella sigue, incluso con su asalto, siendo objeto de parodias. Esta vez, una compañía de disfraces ha sacado el traje más coyuntural del año: el disfraz de la socialité siendo asaltada.
Los “genios” que lo crearon se llaman Costumeish y se especializan en disfraces políticamente incorrectos. De hecho, también hicieron el disfraz del tampón de la presentadora Megyn Kelly, inspirado en los comentarios sexistas de Donald Trump contra ella.
Pero, en cuanto al traje que nos atañe, este cuesta 70 dólares y viene con el anillo que le robaron. También con las gafas, la bata y las mordazas.
Así le cambió la vida a Kim Kardashian luego del asalto
Las consecuencias ya comienzan a verse. “Keeping Up with the Kardashians” suspendió su transmisión. Ella canceló todas sus apariciones. Y de hecho, es notorio su silencio en social media. Esto comienza a resentir una carrera hecha con base en la imagen. Que haya cancelado sus compromisos de un mes (incluida su clase de maquillaje), le podría costar hasta un millón de dólares.
Ella se mantiene alejada del ojo público
Pero eso no es lo peor. Las consecuencias económicas pueden afectarla. El consejero financiero Samuel Rad le dijo a la revista “People” que cada aparición de Kim le representa por lo menos 20 mil dólares. Si se gana al mes un millón de dólares, imagínense lo que puede hacer con los posts patrocinados. Eso, aparte de lo que cobra en apariciones (de 200 mil a 500 mil dólares).
La celebridad sigue aislada y sin postear nada.
En tiempos donde la corrección política parece un espejismo (más en Halloween), el asalto de Kim Kardashian no es un tema tabú.
