A Esteman lo tiene “muy contento” la “revolución musical” colombiana

Esteman se atreve a afirmar que Colombia es ahora una «potencia creadora de nuevas propuestas musicales», con artistas que tienen «algo que decir» más allá del folclor y de lo establecido.

«Es algo que me tiene muy contento», dice Esteman, nombre artístico de Esteban Mateus, quien junto a su banda de cuatro músicos, la Esteband, dos hombres y dos mujeres, logró en poco tiempo crear un estilo propio, alejado de las «fórmulas» que se repiten en la industria discográfica.

Aunque imposible de definir, la música de Esteman, cuyo nombre musical viene de la expresión «este man» (este hombre), se acerca a un «pop alternativo», con melodías pegadizas, sonidos tomados de una variedad de lugares y épocas, y letras con sustancia. Y todo ello realzado por elementos escenográficos, coreográficos y visuales.

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En una entrevista con Efe en Miami, Esteman, que hace un año lanzó su segundo álbum, «Caótica Belleza» (su debut fue con «1er Acto»), se declara «alternativo» en el sentido de que su música y su manera de presentarse al público se salen de las fórmulas establecidas, pero al mismo tiempo busca llegar a un público amplio, como ocurre -dice- con Café Tacvba.

El grupo mexicano es uno de sus referentes, como lo son la colombiana Andrea Echeverri, del dúo Aterciopelados, la mexicana Julieta Venegas o el español Miguel Bosé, con quien le gustaría mucho hacer algún día una colaboración musical.

Su inspiración fuera del mundo artístico en español es el recientemente fallecido David Bowie, de quien admira su capacidad «camaleónica» para transformarse.

En «Caótica belleza», nombre que, según dice, alude a su país natal y también en general a la identidad latinoamericana y sobre todo a cómo es percibida por los otros, Esteman se deja acompañar de voces femeninas como las de Carla Morrison, Natalia Lafourcade y Li Saumet, del grupo Bomba Estéreo, otro de los representantes del tipo de música colombiana actual que «todos están mirando ahora».

A Esteman, que debutó en 2010 con la canción «No te metas a mi Facebook», se le dan bien las mujeres musicalmente hablando.

Con Julieta Venegas, un «referente total» para él, cantó dos veces en conciertos y con Andrea Echeverri, con quien grabó «Aquí estoy yo», tiene una relación que trasciende lo musical. «Tenemos una forma de pensar parecida y me gusta que los Aterciopelados sean a la vez muy colombianos y muy globales».

«No es solo porque soy un poco feminista, me gusta como se mezcla mi voz con las voces femeninas, hay una química artística y personal con ellas», dice.

En septiembre saldrá el video de la canción «Caótica belleza», que da título a su segundo álbum y en el que comparte protagonismo con la mexicana Lafourcade.

«Para mí es un sueño hecho realidad haber podido colaborar con Natalia Lafourcade», subraya Esteman, un bogotano de 32 años que estudió arte en la Universidad de los Andes y escribe las letras de todas sus canciones y participa también en la música.

Lo más importante para este artista colombiano es «hacer música de una manera muy sincera y espontánea» y tener una «relación directa con el público».

El 19 de agosto cantará con la mexicana Carla Morrison ante unas 80.000 personas en el Zócalo de la capital de México, el país, aparte del suyo, donde más están pegando sus canciones. «Mi discográfica (Universal Music México) está en México y el público mexicano es muy fiel, reciben muy bien las letras y las melodías que hacemos».

En septiembre volverá a México, esta vez para abrir un concierto de Mon Laferte y Caloncho en el Auditorio Nacional, un «escenario soñado», y además va a continuar su gira por Colombia y a regresar a EE.UU., pues en noviembre tiene una cita en Los Ángeles para cantar junto al premiado cuarteto hispano «La Santa Cecilia».

Aunque no quiere ser «radical» y admite haber bailado canciones de reguetón que le gustan, Esteman no las tiene todas consigo respecto a ese género, que ahora parece haber trasladado su «capital» de Puerto Rico a Medellín (Colombia), dice.

«Me gusta que sea un género que haga bailar a la gente, pero no me gusta lo que representa en la sociedad», con letras que son «despectivas» con el cuerpo de la mujer y en las que se manifiesta «un machismo empoderado», subraya.

Cuando escribe y compone sus canciones, Esteman siempre las imagina visualmente, por eso para él, el video de una canción es «muy importante».

«YouTube es la emisora principal para oír música hoy», sentencia.