PUBLICIDAD
0 of 10
La enfermedad no discrimina, tampoco la muerte. Y cuando se trata de un famoso, este puede humanizarse con su público compartiendo las circunstancias que rodean su batalla contra su padecimiento, como Angelina Jolie…
Otros, por el contrario, mantienen en la más estricta privacidad todo lo que sucede hasta que mueren, como sucedió con Alan Rickman y David Bowie. Y otros siguen apareciendo, valientemente, a pesar de que estas enfermedades los hayan transformado.
Eso sucedió con Charlie Sheen, a quien una vida de excesos le pasó la factura y muy cara. El actor tiene VIH, pero fuera de eso, sus líos de adicciones también le cobraron su apariencia.
Angelina Jolie sufrió de depresión y de cáncer de ovarios en su primera fase. Los medios siempre estuvieron de su gran cambio de peso:
Uno de los casos más notorios ha sido el de Kathleen Turner, quien fue símbolo sexual de Hollywood en los años 80. En los 90 se enfermó de artritis reumatoidea y tomó medicamentos para paliar la enfermedad que contribuyeron a su obesidad.
Val Kilmer también gozó de gran popularidad en los años 80. Se hizo famoso por interpretar a Jim Morrison en «The Doors» y también estuvo en «Batman Eternamente». Tiene cáncer de garganta y según algunos medios, por sus creencias religiosas se negó a recibir tratamiento.
PUBLICIDAD
Pero quizás uno de los casos más recordados fue el de Marlon Brando. El actor tuvo una vida bastante turbulenta y por supuesto, no podía llegar a ser lo que fue un Paul Newman en su vejez. Varias enfermedades lo dejaron con sobrepeso hasta el final de sus días.
En la galería verán otras historias relacionados con estos famosos.