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Desde su creación en 2008, «La Rosa de Guadalupe» ha sido uno de los programas más vistos – y polémicos- de América Latina. Aunque se le rinde culto a un símbolo religioso, muchos no entienden cómo este soluciona mágicamente los problemas «reales» de cada capítulo.
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Pero ojalá estos retrataran en algo la realidad. Las malas actuaciones, el «vientico milagroso» y la profunda falta de investigación de sus libretistas han hecho de este uno de los shows televisivos más surreales.
Por esta razón, elegimos algunos de sus capítulos más polémicos, para que piensen que aún existe la mala televisión y que Netflix e Internet son una opción a falta de cable.
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1. «Vendo mi virginidad por un boleto de Justin Bieber»
No se sabe qué es peor: si las niñitas gritando en el salón de clases, que traten de «venderse» burdamente por ir al concierto del (delincuente) artista en ciernes o que sus madres acepten su «arrepentimiento» con naturalidad.
2. Si vas a un concierto de «One Direction» te conviertes en prostituta
Un televidente inteligente no termina de relacionar cómo un grupo de niñas que va a un concierto de la banda británica termina como prostituta infantil. ¿Qué estarían insinuando los escritores? Pero eso no es todo: lo peor es cuando la madre también se vuelve «prostituta», al mejor estilo policial, para rescatar a su hija. What. The. Fuck.
3. Los que hacen cosplay son idiotas
De la manera más irrespetuosa e ignorante posible, los escritores de este capítulo creen que todos los «cosplayers» son tarados que se la pasan disfrazados todo el tiempo y que no tienen vida normal. Ni que son «normales». Y por cierto, el cosplay del tipo es el de Gokú, no el del personaje ficticio y descerebrado que interpreta.
4. Mamá se vuelve tonta para complacerme
En «Soy Emo», la madre, desesperada porque su hija solo es una poser sin futuro, resulta convirtiéndose en ella. Y la niña es peor que Dustin Hoffman en «Rain Man» (busquen en Google).
5. «Me acosté con mi hermana»
Aunque el incesto es un tema bastante complejo cultural e históricamente, en este capítulo el hermanastro malvado embaraza a su hermanita para vengarse de su madrastra. Le termina arruinando la vida y luego todos se perdonan, así de felices.
6. «Vendo mi virginidad»
No se dejen llevar por la descripción del video, bastante racista y clasista de por sí. Acá una joven humilde trata de vender «su tesoro más preciado», porque en la cultura latinoamericana de las cavernas que retratan los escritores, una mujer sigue valiendo por lo que tiene entre las piernas.
7. «Me alquilo para ser novio»
Con decirles que es menos deprimente ver las dos partes de «Deuce Bigalow» y nos quedamos cortos. El «gigoló» en cuestión es «embaucado» por una mujer sin autoestima que se deja embarazar de un tipo con cara de rata. El hombre se vuelve detective para que no lo lleven a la cárcel y al final todos felices. Lo peor es la sonrisa estúpida de «nuestro héroe» al final.