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El Festival de La Habana, escaparate de un cine latino arriesgado y exportable

La Habana, 29 nov (EFE).- Películas de sesgo social y propuestas arriesgadas pero «sobre todo de calidad» marcan el cartel del 36 Festival de Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, escaparate de una producción «muy potente» que quiere salir de sus fronteras, según el director del certamen, Iván Giroud.

«Muchas de las películas que presentamos este año ya han rodado por otros festivales internacionales, sobre todo en Europa», señaló en entrevista con EFE en La Habana Giroud, quien destacó como ejemplo «la fuerte apuesta» por el cine latino del Festival de San Sebastián.

En esa cita, la cinta hispano-argentina «Relatos salvajes», se hizo con el premio del público y figura también como una de las favoritas para llevarse algún premio Coral en la nueva edición de la principal cita de la cinematografía que se celebra en Cuba, que tendrá lugar del 4 al 14 de diciembre en la capital cubana.

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Giroud señaló que el cine argentino tiene una fuerte presencia en esta edición, con seis cintas compitiendo en la sección oficial, «El cerrajero», «La tercera orilla», «Jauja», «Refugiado» y «Aire libre», además de «Relatos salvajes» de Damián Szifrón.

Argentina, México y Brasil son «referentes regionales» en producción cinematográfica», aunque el propósito de Giroud es que países más pequeños y modestos también estén representados para que el festival sea «un mapa de lo más importante que está sucediendo en el entorno audiovisual de América Latina».

Para Giroud, el «plato fuerte» de esta edición es el cine cubano, con «propuestas de nivel», que abordan temas transgresores como la transexualidad, las patologías psíquicas, el maltrato o la incomunicación; y respaldadas por «creadores y actores de prestigio».

Compiten en la sección oficial cuatro largos cubanos: «Conducta», de Ernesto Daranas; «Fátima o el parque de la fraternidad», dirigida por el también actor Jorge Perrugoría; «La pared de las palabras», de Fernando Pérez; y «Venecia», de Enrique Álvarez.

Además, en la categoría de óperas primas se presenta «Vestido de novia», cinta de Marilyn Solaya que aborda por primera vez la transexualidad en la isla y que ha despertado «mucha expectación entre el público cubano», precisó Giroud.

En general, Giroud consideró que el cine latinoamericano ha dado un salto cualitativo, ya que sin perder su «sesgo social», con la familia y la tradición como ejes temáticos, va dejando de ser ese cine «más político y militante» de los sesenta y setenta, para «abrirse a más temas de acuerdo a la época que está viviendo».

En décadas anteriores, el cine latinoamericano era más bien «periférico», con unos pocos autores reconocidos como Glauber Rocha o Tomás Gutiérrez Alea, mientras que hoy en día «hay una avalancha de autores jóvenes y escuelas de cine».

En cuanto el papel que juegan hoy en día los festivales de cine, el director señaló que han pasado de ser «una feria» donde se presentaban metrajes ya terminados, a servir de motor que interviene «desde el proceso de creación de la obra misma apoyando a los nuevos talentos en el desarrollo de sus proyectos».

En esa vocación de ayudar a jóvenes creadores, el Festival de La Habana cuenta con un taller de guiones, que pone a disposición de los finalistas un grupo de asesores que les ayuden a sacar adelante sus proyectos; o el fondo «Nuestra América. Primera copia», que ofrece financiación a proyectos por terminar.

En esta edición, el festival rinde homenaje al escritor colombiano Gabriel García Márquez, que fue presidente del jurado en la primera edición del certamen en 1979, «cuando se inició el compromiso que él estableció con el cine latinoamericano» y que se reflejó en su implicación para que nacieran la Fundación Nuevo Cine Latinoamericano y la Escuela de Cine de La Habana.

Recibirán el premio especial del certamen el actor puertorriqueño Benicio del Toro, «por su carrera plagada de personajes inolvidables pero a la que todavía que queda mucho recorrido», y el cineasta ruso Andréi Konchalovski, «cuya obra estuvo muy ligada al público cubano durante la época soviética» y que, tras años de parón, ha retornado con el filme «Las noches blancas del cartero», premiado en Venecia.

En total concursarán 116 obras latinoamericanas en las cinco categorías oficiales, pero el amplio programa de muestras y retrospectivas incluye también cine español, canadiense, italiano y norteamericano, que traerá una sección en la que se mostrará por primera vez fuera de EE.UU. un conjunto de películas «indie» afroamericanas.

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