Montevideo, 24 feb (EFE).- El pintor y escultor uruguayo Carlos Páez Vilaró falleció hoy a los 90 años en su casa de Punta Ballena, cerca del balneario uruguayo de Punta del Este, informó a Efe su secretaria personal, María Dezuliani.
Páez, que había sido operado varias veces del corazón, murió a las 08.00 horas locales (13.00 GMT) en Casapueblo, un original edificio blanco que construyó durante décadas en la confluencia del Río de la Plata y el Océano Atlántico y que con los años se ha convertido en uno de los atractivos turísticos del país.
«Venía con una insuficiencia cardíaca severa, su corazón estaba muy mal, tenía las aurículas dilatadas y luchó hasta el final», afirmó Dezuliani.
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El cuerpo de Páez Vilaró será trasladado hoy a Montevideo, donde será velado en un local de la Asociación General de Autores del Uruguay y será enterrado este martes en un lugar todavía por definir, agregó la fuente.
Según Dezuliani, el artista estaba con su familia en el momento de su fallecimiento y las personas de su entorno están «muy shockeadas (conmocionadas)».
«Estaba en la cama, se había levantado y se había vuelto a acostar. Acaba de hablar por teléfono con su médico», relató.
Aunque todavía no se ha definido el lugar en que será enterrado, Dezuliani anticipó que Páez Vilaró «va a ser despedido con tambores, como él quería».
Ese es el instrumento que se usa en las Llamadas del Carnaval uruguayo, un desfile de comparsas de origen africano que fue su gran pasión y uno de los motivos centrales de su obra.
Precisamente el pasado 14 de febrero, el pintor participó en sus últimas Llamadas, poco más de tres meses después de cumplir noventa años.
Nacido en Montevideo el 1 de noviembre de 1923 en el seno de una familia acomodada, Páez Vilaró dedicó su obra pictórica a la cultura de raíz africana del Carnaval uruguayo.
Se fue a vivir a un «conventillo» (vivienda colectiva) llamado Mediomundo, en el populoso Barrio Sur montevideano, donde se celebran las Llamadas, para vincularse con ese colectivo a través de su pincel y del tambor.
Recorrió luego África pintando murales en lugares tan pintorescos como palacios presidenciales y en coincidencia con el histórico proceso de independencia de aquel continente, al llegar a la segunda mitad del siglo XX.
En 1967 cerró el Festival de Cine de Cannes con un filme documental sobre aquella peripecias titulado «Batouk».
Antes, en 1960 había pintado en la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Washington el mural «Raíces de la paz», considerado entonces el más largo del mundo por sus 162 metros.
En 1972 vivió una de sus experiencias vitales más intensas cuando su hijo Carlos Miguel sobrevivió a la famosa tragedia de los Andes, el accidente aéreo de un equipo de rugby uruguayo que luego fue llevado al cine.
Páez Vilaró tiene una placa con su nombre en el «Espacio de los Soles», en la calle peatonal Sarandí de Montevideo, privilegio que comparte con personalidades como Mario Benedetti, el exfutbolista Alcides Edgardo Ghiggia y la actriz Concepción «China» Zorrilla.
Además, tuvo una relación muy intensa con la vecina Argentina, donde vivió una época en su juventud, donde su obra tiene un gran reconocimiento y donde tiene una casa en el Tigre, cerca de Buenos Aires.
Montevideo, 24 feb (EFE).- Diferentes personalidades del mundo de la cultura y de la sociedad civil de Uruguay recordaron al artista uruguayo Carlos Páez Vilaró, fallecido hoy a los noventa años de edad en Casapueblo, su casa-taller de la localidad de Punta Ballena, próxima al balneario de Punta del Este.
El Director Nacional de Cultura del Ministerio de Educación y Cultura, Hugo Achugar, indicó a Efe que su muerte es «una pérdida enorme» para el país.
«No sólo es una pérdida para el mundo del arte, por sus diferentes incursiones en distintas disciplinas de las artes plásticas. También lo es por su intensa participación y vinculación con la cultura popular, especialmente con la cultura afrouruguaya», declaró.
La Universidad de la República (estatal) expresó a través de un comunicado su «pesar por el fallecimiento» y destacó la «contribución a la cultura nacional» de un artista al que calificó de «polifacético y fecundo».
La Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) indicó en su cuenta de Twitter su «congoja por la desaparición física» del pintor y trasladó sus condolencias a la familia.
Días antes de cumplir los noventa años, el artista había pintado un mural en el Complejo Celeste, el lugar de entrenamiento de la selección uruguaya de fútbol.
El entrenador del equipo nacional, Oscar Tabárez, emitió por su parte un comunicado en el que asegura que Páez Vilaró lega a Uruguay «su arte, su voluntad que nunca claudicó, su energía, su sencillez y humildad, sus rasgos de identidad uruguaya y popular».
El intendente de Maldonado -departamento en el que se ubica Casapueblo-, Oscar de los Santos, manifestó en otro comunicado que su «prolífera vida» contribuyó «al desarrollo del turismo y la cultura de la región de manera extraordinaria».
Por su parte, Martín Laventure, el alcalde de Punta del Este, destacó en Twitter que el artista «siempre estará en la memoria del pueblo».
Casapueblo, que Páez Vilaró tardó cuatro décadas en construir, es uno de los atractivos turísticos del país y recibe cada año a 60.000 visitantes.
El Museo de Arte de la localidad argentina de Tigre (MAT), donde el artista tenía una de sus residencias y donde expuso en tres ocasiones, lamentó su muerte y lo catalogó de «pintor del medio del río», en referencia al Río de la Plata y a los dos países que une, Argentina y Uruguay.
Diversos periodistas de medios uruguayos, argentinos y brasileños publicaron en las redes sociales mensajes de pésame, con referencias a los símbolos más repetidos en sus pinturas: los tambores, los gatos y el sol.
El mundo del Carnaval uruguayo, cuyas Llamadas o desfiles de comparsas de origen africano fueron la principal fuente de inspiración para la obra de Paéz Vilaró, también lloró su muerte.
Waldemar «Cachila» Silva, el líder de la comparsa «C 1080» que ganó este mes las últimas Llamadas, en las que participó Páez Vilaró, expresó a Efe su «tristeza» por la muerte del pintor, «un grande como artista y como persona».
Según explicó, la comparsa «La Morenada», antepasada de «C 1080» y dirigida por su padre, debe su nombre a Páez Vilaró, amigo de la familia.
«Hoy mi padre, si viviera, habría cumplido 100 años. Y justo hoy ha ido Páez Vilaró allá arriba para celebrarlo y formar juntos otra comparsa en el cielo», manifestó Silva.
Páez había donado una obra suya para la comparsa ganadora del Desfile, que este año llevaba su nombre como un homenaje del Gobierno de Montevideo.
Montevideo, 24 feb (EFE).- Los restos mortales del artista uruguayo Carlos Páez Vilaró serán velados mañana en el Salón de los Pasos Perdidos del Parlamento uruguayo, donde recibirá un «homenaje de Estado» antes de recibir sepultura, informaron hoy fuentes oficiales.
El cuerpo del reconocido artista plástico permanecerá en el Parlamento entre las 9 y las 11 horas, y llegará allí procedente de la sede de la Asociación General de Autores del Uruguay (AGADU), donde a partir de la noche de hoy se instalará su capilla ardiente.
Según informó al diario El País el director de Cultura del Gobierno uruguayo, la idea es ofrecerle al artista un homenaje como «personalidad destacada» del país, tal y como lo recibiera otra figura de la cultura uruguaya como Mario Benedetti.
Páez Vilaró falleció este lunes a los 90 años de edad en Casapueblo, su casa-taller de la localidad de Punta Ballena, próxima al balneario de Punta del Este.
