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España inaugura su pabellón en la Bienal de arte Venecia

Venecia (Italia), 31 mayo (EFE).- España inauguró hoy en la Bienal de arte de Venecia su pabellón, donde en esta 55 edición expone la artista Lara Almarcegui con su monumental montaña de escombros ante la presencia del Secretario de Estado para la Cooperación Internacional, Jesús Manuel Gracia Aldaz.

Tras estos tres días dedicados a la prensa y a los expertos, desde mañana el público podrá participar en la 55 edición de la Bienal de arte de Venecia y podrá visitar así el proyecto de Almarcegui.

«España es un país importantísimo en el mundo cultural y en la creación artística desde la época clásica a la contemporánea y en la Bienal de Venecia que es un gran escaparate, España participa desde 1929 y se ha traído siempre lo mejor y más actual», explicó a Efe Gracia Aldaz.

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Para Gracia Aldaz, «el arte no se limita sólo a las artes plásticas sino que también instalaciones como esta son otra manera de proyectar esta España moderna y avanzada», y añadió que «la obra de Lara Almarcengui nos va entrar por los sentidos y esto es lo que pretende el arte».

El pabellón Español no pasa inadvertido entre las innumerables propuestas para la Bienal de Arte de Venecia, ya que con las seis toneladas de escombros con los que lo ha rellenado la artista zaragozana, aunque residente en Holanda, el impacto sobre el público es total.

El pabellón que representa a España en esta 55 edición de la Bienal incluye impresionantes montañas de residuos: cemento, tejas, ladrillos cristal y acero, es decir los mismos materiales con que está construido el edificio.

El elemento principal es una mole por la que sido necesario reforzar el suelo del pabellón y es que se trata de una inmensa montaña de más de 500 metros cúbicos, cuatro metros de altura y seis toneladas de peso.

Mientras que en las otras salas laterales hay otros cúmulos de arena, madera, cristal y acero, que han llegado de la única planta de residuos que hay en Venecia, y que conforman el resto de ingredientes que dan vida a este edificio situado en la zona de Giardini de Venecia, zona central de las exposiciones de la Bienal.

Lara Almarcegui llega a Venecia envuelta en la polémica debido a los costes de esta obra para la que contará con una financiación pública superior a los 400.000 euros, la mitad de los que costó la instalación «Lo inadecuado», de Dora García, representante española en la pasada Bienal de Venecia.

Pero nadie quiso hablar del tema hoy en el día de la inauguración.

El comisario Octavio Zaya sólo añadió en su discurso la necesidad de seguir apoyando al arte y la cultura porque «es lo que realmente se proyecta y se mantiene con los años en un país».

Por su parte, Almarcegui agradeció la total libertad que le han dado para poder hacer con el pabellón todo lo que ha querido y por la «oportunidad única» de representar a España.

Venecia (Italia), 31 may (EFE).- Quien esperaba encontrar en el primer pabellón que representaba al Vaticano en la Bienal de Venecia una exposición de arte sacro ha quedado sorprendido, porque la propuesta de la Santa Sede es una reinterpretación del libro del Génesis, pero de manera laica.

Hoy quedó inaugurado el primer pabellón del Vaticano en la Bienal, en su 55 edición, instalado en la Sala de Armas de la zona del Arsenal, que podrá ser visitado como el resto de las propuestas desde mañana al 24 de noviembre.

Si en el pasado los papas intervenían incluso personalmente ante los artistas para la realización de las obras, el presidente del Consejo Pontificio de la Cultura, el cardenal Gianfranco Ravasi, ya explicó que en esta ocasión se ha dejado total libertad a los artistas.

«No hemos pedido a los artistas crucifijos o vírgenes», aclaró Ravasi durante la presentación de este pabellón, hace algunas semanas en el Vaticano.

Por ello, la sorpresa de los expertos que han acudido a visitar este pabellón es que no encuentran en él arte sacro, sino grandes representantes del arte contemporáneo, como el fotógrafo Josef Koudelka, el artista plástico Lawrence Carroll y la vídeo-instalación de Studio Azzurro.

El Vaticano ha querido que estos artistas se inspiraran en los primeros once capítulos del Génesis, dedicados «al misterio de los orígenes, a la aparición del mal en la historia, a la esperanza y a los proyectos de los hombres tras la devastación simbólicamente representada en el diluvio».

Pero la sorpresa también fue para los artistas cuando el Vaticano les llamó.

Josef Koudelka, el fotógrafo de los zíngaros, de los desprotegidos, testigo con su cámara de la invasión de Praga, pero también autor de la serie «Caos», aseguró a EFE que nunca se habría imaginado recibir un encargo del Vaticano.

El fotógrafo checo, de 76 años, recibió una carta con el membrete de la Santa Sede en la que se le pedía colaborar con una creación para ilustrar una parte de la reinterpretación del Génesis, la «De-creación», la contraposición del hombre al mundo y a sus leyes naturales.

«La propuesta me interesaba mucho porque la ‘decreación’, la ‘destrucción’ es algo de lo que me ocupo desde hace 30 años. Lo que era importante para mí es que mi obra no fuese vinculada a la religión, que nadie preguntase si soy o no soy católico», explicó Koudelka.

«Mi religión es la libertad -añadió-, pero me entendieron y me dieron la garantía de hacer lo que quisiese».

La parte de Koudelka es la central y está formada por 18 de sus famosas panorámicas, recogidas en trípticos, con los conflictos, el mundo industrial y la naturaleza, que cubren un arco cronológico que va del año 1986 al 2012, y muestran la desolación y el abandono causados por la mano del hombre.

El pabellón, cuyo comisario ha sido el director de los Museos Vaticanos, Antonio Paolucci, recibirá al público con tres obras de Tano Festa sobre «La creación» de Miguel Angel en la Capilla Sixtina.

Para después pasar a la vídeo-instalación de los artistas milaneses de Studio Azurro, compuesta por cuatro pantallas, tres en la pared y una en el suelo, que ponen al hombre en el centro de la escena y que estimulan al observador con movimientos físico-sensoriales.

Tras la parte de Koudelka con su impresionante blanco y negro, se pasa a la «Re-creación», que nace a partir del diluvio universal, la búsqueda representada en la historia de Noé y su familia y después en la de Abraham y sus descendientes, y que está en manos del artista estadounidense, aunque nacido en Australia, Lawrence Carroll.

La instalación del artista, conocido por el uso de materiales pobres y su reutilización, bajo el nombre de «Another Life» (Otra vida), ha sido creada especialmente para la Santa Sede.

Está compuesta por cinco grandes paneles colocados en las paredes con sus famosos materiales, cuerdas y bombillas, mientras que en uno de ellos, decorados con óleos y ceras, se ha utilizado la innovadora técnica del «freezing painting» (pintura congelada).

El impresionante panel tendrá que ser periódicamente congelado y descongelado y, debido a este proceso, cada hora y cada día variará la experiencia visual.

Cristina Cabrejas

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