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La primera película colombiana de vampiros cumple 30 años

Pura Sangre fue estrenada hace 30 años en el Festival de Cine de Cartagena.

«Pura Sangre» from Luis Ospina on Vimeo.

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‘Pura Sangre’ cuenta la historia de Roberto Hurtado, un nonagenario magnate azucarero del Valle del Cauca que es diagnosticado con una extraña enfermedad que, para evitar la muerte, exige transfusiones masivas de sangre de niños o adolescentes del mismo sexo.

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Vive aislado del mundo en un apartamento desde donde controla su imperio económico mientras sobrevive con dificultad a su enfermedad, ignorando de dónde proviene la sangre que lo mantiene vivo: Ever, Perfecto y Florencia, los choferes y la enfermera de Hurtado, consiguen la sangre sin asco en episodios que incluyen drogas, necrofilia, asesinatos, pedofilia, racismo y todo tipo de perversiones. “‘Pura Sangre’ no hace ninguna concesión al moralismo” –dice hoy Luis Ospina, quien, además de coescribir el guión, dirigió y produjo la película–. “Por eso 30 años después, sigue siendo tan chocante”.

‘Pura sangre’, el primer largo del cineasta caleño Luis Ospina, no solo fue el primero de vampiros en Colombia y una la primeras películas de terror (junto a la obra del cineasta, también caleño, Jairo Pinilla) además marcó una coyuntura al ser la primera película del llamado Grupo de Cali, que ya había comenzado a dar forma al Gótico Tropical a través de la literatura de Andrés Caicedo, pero que con esta película materializó la cinefilia de toda una generación.

La película marcó el inicio del llamado Caliwood, que continuó en esta década con el estreno de otras películas como ‘Carne de tu Carne’ (1983) y ‘la Mansión de Araucaima’ (1986), las dos de Carlos Mayolo y con la marca del cine de horror vallecaucano.

Caliwood derivó del llamado ‘Grupo de Cali’, que ya había hecho otros ejercicios en video que también quedaron como piezas esenciales de la historia del cine colombiano, como ‘Agarrando Pueblo’, un falso documental que se burla de los documentalistas de los setentas que rodaban escenas de pobreza y las utilizaban en festivales europeos para enriquecerse.

‘Pura sangre’ se estrenó en la inauguración del 22 Festival Cine Cartagena de Indias. Era una época en la que no tantos festivales de de este tipo en el país, y este era el lugar donde todo ocurría (no olvidar que era un mundo sin internet). Era el espacio exclusivo en el que se reunían los más obsesivos cinéfilos de todo el país. Por eso, al estreno en Cartagena viajó toda una comitiva caleña. Al escenario subieron alrededor de 15 personas que hicieron parte del equipo de producción. Estuvo Florina Lemaitre (Florencia), para quien este representó uno de sus primeros papeles en los casi 30 que ya lleva en su prolífica carrera. Por su actuación obtuvo el premio a Mejor Actriz en Cartagena, donde también fueron premiados por el Mejor Sonido (a cargo de Phil Pearl). La película ya había sido premiada por su guión en el II Concurso de Guiones de Focine (Bogotá, 1981) y más tarde obtuvo la Mención del Jurado de la Crítica en el Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges (España, 1983).

Pero ni por tantos reconocimientos el recibimiento de la película no fue más afortunado. En la rueda de prensa, después de la proyección, la prensa no ahorró en agresividad. Ospina se ahorra detalles, pero al recordar la escena basta con decir que la primera pregunta que recibió fue: ¿Cómo hizo para gastar tal cantidad de dinero para hacer semejante porquería?.

El crítico Umberto Valverde escribió en una revista de cine caleña: “‘Pura Sangre’ es una película fracasada. Fracaso desde el punto de vista de sus resultados porque no logró una atmósfera, ni pudo contar bien una historia, ni creó un estilo”

En una sala en Medellín, en medio de una proyección, el público destruyó la silletería, indignado con una película tan iconoclasta.

Como si no fuera suficiente, la película no solo fue censurada por su implicación moral. Pura sangre iba a hacer parte de la selección oficial del Festival de Cine de la Habana, pero al saber que Ramón Suárez (Quién hizo parte de películas como ‘Memorias del subdesarrollo’ y ‘La muerte de un burócrata’) era parte del equipo de producción, la película fue considerada contrarrevolucionaria y descalificada. Solo se realizó una proyección privada en el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos para algunos directores, que llegó a oídos de Fidel Castro, quien compró la película y los rollos nunca volvieron a Colombia.

‘Pura sangre’ también se incrusta en la historia del cine colombiano al ser la primera película de FOCINE en su etapa de los ‘créditos especiales’, por medio de los que en respaldo económico por el dinero que prestado para la producción de la película se pignoraba el negativo. Fue una etapa corta en la que además de ‘Pura Sangre’ se produjeron otras películas como ‘Cóndores no se entierran todos los días’ y ‘La Virgen y el fotógrafo’.

No era una película para el gran público y estuvo lejos de ser un éxito comercial. La única ciudad donde tuvo buena asistencia fue Cali. A pesar de esto, recibió elogios en Variety y en Newsweek. Silenciosamente adquirió cierto status de culto en el circuito de betamax, que era el soporte para ver películas en la época. Y con el paso del tiempo no quedó en el olvido. Hoy la película fue reevaluada y en los últimos años ha sido abordada en artículos académicos, homenajes en festivales locales y un culto animado especialmente por cineastas jóvenes.

 “Después de los largometrajes ‘Pura sangre’ y ‘Soplo de vida’, tengo la satisfacción de haber hecho dos películas: la primera y la última. Dudo que en los años que me quedan de vida le dedique tanto tiempo y tanto sacrificio a entretener al pueblo. Que los divierta su madre”, diría Ospina hace poco en una entrevista con Luis Fernando Afanador.

 Quienes hicieron parte de la película –un equipo de más de 50 personas–, tomaron caminos distintos pero muchos no se curaron de la cinefilia. Sergio Cabrera, hizo segunda asistencia de dirección y foco (quien trabajó en la producción como segundo asistente de producción y…), se haría famoso años después por La estrategia del Caracol. Gustavo de la hoz continúa enseñando cine en Bogotá y realizando documentales. Karen Lamassone, directora de arte de la película, se consolidó como artista plástica. Carlos Duque, quien diseñó el afiche, se consolido como fotógrafo.

Imágenes de la extraña película

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