El surcoreano Im Sang-soo vuelve a Cannes y repite sus críticas a los ricos

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Cannes (Francia), 26 may (EFE).- El cineasta coreano Im Sang-soo regresó hoy a la competición oficial de Cannes y lo hizo con una película, «Do-nui mat» («La borrachera del dinero»), en la que repite el esquema tanto formal como de contenido de su anterior trabajo, «The Housemaid».

Hace dos años, Sang-soo presentó en Cannes ese filme, un frío retrato del mundo de los ricos muy cuidado en su estética pero poco original en su planteamiento. Lo mismo que puede decirse de la película de este año, «Do-nui mat».

«Hay efectivamente algunas referencias a mi filme anterior. Pero ‘The Housemaid’ era un remake y me sentí bastante constreñido. ‘La borrachera del dinero’ corresponde más a mi forma de ver las cosas», explicó en rueda de prensa.

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En «Do-nui mat», una familia muy poderosa de Corea se mueve en el filo de la ilegalidad ante los ojos de las personas a su servicio. Y mientras el cabeza de familia tiene una relación con una de las sirvientas, inmigrante filipina, y trata de alejarse de ese mundo, su esposa hace todo lo posible porque todo quede como está.

Youn Yuh-jung, una actriz habitual tanto en los filmes de Kim Ki Young como en los de Im Sang-Soo, interpreta a esa esposa, una mujer cruel y despiadada a la que sólo le interesa el poder.

«Los coreanos, ya sean ricos o pobre, están convirtiéndose todos en obsesos del dinero», señaló el director.

Y como símbolo de esa transformación el personaje de Young-jak, un joven empleado de la familia que comienza a hacer todo lo que le piden, ya sean actos inmorales o delitos, para poder tener acceso al dinero.

«Mis personajes son grotescos pero también un poco fantasiosos y espero que sean al menos un poco atractivos», señaló Sang-soo.

Unos personajes que sirven para desvelar la enorme corrupción existente no sólo en Corea del Sur sino en todo el mundo.

«La corrupción no es específica de Corea del Sur. Y si la colonización terminó desde un punto de vista territorial, continúa desde el punto de vista económico. Para que las personas vivan bien en Europa, tiene que haber inmigrantes que sufran», indicó el realizador.