El pasado lunes, Falabella recibió una andanada de críticas de usuarios de las redes sociales, que aseguraban que la compañía subió los precios antes de uno de sus muy publicitados “madrugones” el fin de semana pasado.
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Una de las “estafas”, como fue denominada en Twitter, fue provocada por una nevera que costaba 5’499.900 pesos hace unos días, pero que al momento del madrugón había subido un millón de pesos de forma inexplicable. Lo mismo pasó con prendas de vestir y productos eléctricos que tuvieron un incremento en sus precios de hasta el 30%.
La marca trató de explicar el caso con un comunicado el pasado lunes, la justificación que dio la tienda por departamentos: que los ajustes se debían al aumento del precio del dólar, debido a que los productos eran tiqueteados antes de ser importados y debía reajustarse la importación.
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Como resultado, los representantes de Falabella convocaron una reunión especial con el propio Superintendente de Industria y Comercio, Pablo Felipe Robledo, para explicar la situación y ofrecer su colaboración en una posible investigación a futuro.
La SIC, por su parte, confirmó que había recibido explicaciones informales de Falabella para tratar de justificar lo sucedido, pero nada oficial. De acuerdo a esta decisión,
“En este momento la SIC no puede decir si la empresa ha violado el Estatuto del Consumidor. Eso solo se puede decir al final de una investigación con la respectiva decisión”, dijo Robledo a la revista Semana.