Economía

La apreciación del franco suizo quita el sueño a miles de personas en Europa central

Viena, 16 ene (EFE).- La decisión este jueves del Banco Central de Suiza de eliminar el tipo de cambio mínimo del franco suizo frente al euro le quita el sueño a cientos de miles de prestatarios particulares en Europa Central que en los últimos años se habían endeudado en la moneda helvética.

El país más afectado en cuanto al volumen total de créditos es Austria, donde unos 150.000 hogares tienen préstamos, en su mayoría hipotecarios, en francos suizos.

Aprovecharon así en su momento la enorme ventaja que otorgaban los bajos tipos de interés y la fortaleza del euro.

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Ahora, con el salto repentino del franco, su deuda ha crecido casi en un 20 por ciento, ya que esa moneda subió de 1,2 francos por euro ayer hasta 1,02 unidades por euro a las 11.00 GMT de hoy.

Según informa hoy la prensa austríaca, la mayoría de los hogares afectados tomaron sus créditos a finales de los años 1990 a un tipo de cambio de 1,45 francos por euro.

Estos préstamos, cuyo volumen asciende a unos 25.000 millones de francos (ayer al medio día unos 20.800 millones de euros, hoy casi 25.000 millones de euros) deben ser devueltos entre 2017 y 2018.

El sistema usado por la banca austríaca -eliminado a raíz de la crisis de 2008- consistía en que el cliente devuelve mensualmente solo los intereses y aporta aparte una cantidad determinada a un fondo de inversión para luego liquidar el monto prestado en francos.

Pero ahora, en lugar de soñar con beneficios, la inesperada subida de la moneda suiza ha convertido estos créditos en una pesadilla para muchos.

No obstante, los bancos austríacos aseguran que no hay razón para entrar en pánico y recomiendan a sus clientes alargar el plazo de devolución, con la esperanza de que el euro vuelva a revalorizarse.

Marcus Scheiblecker, subdirector del instituto económico WIFO en Viena, dijo hoy en declaraciones a Efe que «muchos confiaban en que Suiza mantuviese el cambio a 1,20 y no se esperaban lo que ha pasado. Quizá ahora muchos decidan el cambio» (al euro).

Sin embargo, con una conversión el cliente asume las pérdidas cambiarias y entierra además de forma definitiva sus esperanzas de que la situación pueda revertirse en caso de que el euro se revalorice, destaca el economista austríaco.

En la vecina Hungría, los créditos en francos suizos son asunto político desde hace años bajo el gobierno del nacionalista conversador Viktor Orbán, abiertamente enfrentado a la gran banca, sobre todo extranjera.

Esos préstamos, concedidos sobre todo por la banca no local, fueron convertidos en diferentes fases de francos a forintos, la moneda magiar, siempre con enormes pérdidas para las entidades financieras afectadas.

El año pasado las autoridades transformaron casi medio millón de préstamos hipotecarios en forintos, con lo que hoy quedan en Hungría solo créditos personales en francos suizos.

En total, permanecen pendientes 377.000 de estos préstamos, usados para la compra de coche y electrodomésticos y otros bienes de consumo, con un volumen de unos 2.000 millones de euros.

Pero incluso en estos casos, la depreciación del forinto frente al franco, casi del 100 por ciento a lo largo de los años, afecta mucho a los clientes.

En la vecina Croacia, otro país excomunista como Hungría, el volumen total de créditos en francos asciende a unos 3.160 millones de euros, una deuda asumida por unos 60.000 hogares.

Ante la fuerte subida del franco frente al kuna croata, el Gobierno de Zagreb busca ahora echar una mano a los afectados.

«Si este shock resulta duradero, entonces tenemos que ayudar a los ciudadanos, aunque fuera por medio de soluciones legislativas», señaló hoy a la prensa el ministro de Finanzas croata, Boris Lalovac, sin detallar las posibles medidas.

«Nadie puede dormir tranquilo cuando sabe que su cuota de crédito puede aumentar un 20 % en un día», reconoció el ministro.

En declaraciones a una radio local, una ciudadana croata expresó hoy su malestar y desesperación por la situación que afecta sobre todo a créditos hipotecarios.

«El Estado debe hacer algo. Es cierto que es necesario cumplir con sus compromisos, pero mi cuota mensual de crédito fue al principio (en 2008) de 1.600 kunas, y ahora tengo que pagar el doble, lo que no alcanzo», señaló la mujer.

En Rumanía, mientras tanto, hay 200.000 personas con créditos en francos, en su mayoría también hipotecas.

El volumen pendiente de devolución en ese país balcánico, el más pobre de la Unión Europea (UE), es de unos 3.000 millones de euros.

El abogado Gheorghe Piperea, especialista en cláusulas abusivas en hipotecas, instó hoy al Gobierno a aprobar una ley de urgencia para imponer un tipo máximo entre el franco suizo y el leu, la moneda rumana, acoplada de forma fija al euro.

«El franco suizo es una ‘moneda tóxica’. La venta de estos créditos ha sido como vender veneno», aseguró Piperea en declaraciones a Efe y culpó a las autoridades competentes de haber dejado que los bancos vendieras estos préstamos.

Jordi Kuhs

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