Economía

Brasil supera la recesión técnica con ayuda del aumento de los gastos públicos

Río de Janeiro, 28 nov (EFE).- Brasil creció un tímido 0,1 % en el tercer trimestre del año frente al segundo y superó la recesión técnica, impulsado principalmente por el aumento de los gastos públicos antes de las elecciones presidenciales de octubre, un incentivo que está con sus días contados.

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El Gobierno divulgó el «modesto» crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) en el tercer trimestre precisamente un día después de que el nuevo ministro de Hacienda, Joaquim Levy, anunciara que se empeñará para ajustar las deficitarias cuentas públicas mediante la reducción de los gastos del Gobierno.

Con el crecimiento en el período entre julio y septiembre, Brasil consiguió superar la recesión técnica en la que se encontraba tras haber acumulado dos trimestres consecutivos de contracción: 0,6 % en el segundo trimestre y 0,2 % en los tres primeros meses del año.

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La reacción del tercer trimestre fue posible gracias a que el llamado consumo del Gobierno aumentó un 1,3 % frente al segundo en plena campaña electoral, ya que el consumo de las familias cayó un 0,3 %, según los datos divulgados hoy por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE).

La demanda de las familias, que en los últimos años fue el principal motor de la economía brasileña gracias a la reducción de la pobreza y del desempleo, se redujo en los últimos meses afectada por la inflación y por el encarecimiento del crédito.

El consumo de las familias no caía tanto en la comparación con el trimestre inmediatamente anterior desde los últimos tres meses de 2008, cuando Brasil sintió los efectos de la crisis internacional.

En la comparación con el mismo trimestre del año pasado, la demanda de los consumidores tan sólo creció un 0,1 %, su peor desempeño para un trimestre en los últimos once años.

«Seguimos con inflación alta; los intereses del trimestre fueron los mayores en un año, y el crédito, que venía creciendo a altas tasas, comenzó a desacelerarse», afirmó la economista Rebeca Palis, responsable por los estudios sobre cuentas nacionales del IBGE.

El Ministerio de Hacienda, en un comunicado, también atribuyó la caída del consumo de las familias a la escasez del crédito ante las elevadas tasas de intereses con las que el Banco Central intenta combatir la inflación.

La caída del consumo de las familias fue compensada con el aumento de los gastos del Gobierno, que dejaron las cuentas públicas deficitarias en los tres meses del período.

El Gobierno divulgó igualmente hoy que en los primeros diez meses del año acumuló un déficit fiscal nominal récord de 242.200 millones de reales (cerca de 96.880 millones de dólares), muy superior al saldo negativo de 143.800 millones de reales (unos 57.520 millones de dólares) de los diez primeros meses de 2013.

La deficitaria situación de las cuentas públicas fue la principal preocupación manifestada la víspera por Levy, el ministro de Hacienda nombrado por la presidenta Dilma Rousseff para su segundo mandato, en su primer pronunciamiento público.

El economista, un ortodoxo que se caracteriza por su apego a la austeridad, anunció que trabajará con la meta para que Brasil termine 2015 con un superávit fiscal primario equivalente al 1,2 % del PIB, que elevará a al menos el 2 % del PIB en 2016 y 2017, lo que supone un freno a los gastos públicos.

Pese a salir de la recesión técnica, el crecimiento acumulado en los nueve primeros meses de 2014 se limitó al 0,2 %, tras haber sido del 0,5 % en el acumulado del primer semestre.

De la misma forma, la expansión económica de Brasil en los últimos doce meses hasta septiembre se redujo al 0,7 %, tras haber sido del 1,4 % hasta junio.

Esos resultados refuerzan las previsiones negativas de los economistas del mercado, que proyectan para este año una fuerte desaceleración y un crecimiento de sólo el 0,20 %.

De confirmarse tal pronóstico, el crecimiento de este año será el menor desde 2009, cuando el país sufrió una contracción del 0,33 %, y supondrán una fuerte desaceleración tras la ligera recuperación de 2013. Luego de haber registrado una expansión de sólo el 1,0 % en 2012, la economía se recuperó el año pasado y creció un 2,30 %.

El Gobierno, sin embargo, considera que la economía tendrá un crecimiento más sólido en el último trimestre y en 2015.

El resultado del tercer trimestre «muestra que la economía entró en proceso de retomada del crecimiento, aunque en un ritmo aún modesto», admitió el Ministerio de Hacienda en su comunicado.

Según la misma nota, «la economía brasileña presenta fundamentos macroeconómicos sólidos y tiene todas las condiciones para presentar en el cuarto trimestre y en 2015 un crecimiento más intenso».

Sao Paulo, 28 nov (EFE).- El sector financiero y la industria de Brasil respaldaron al nuevo equipo económico designado por la reelegida presidenta Dilma Rousseff, con el cual pretende comenzar su segundo mandato el próximo 1 de enero.

El anuncio del desembarco de Joaquim Levy en Hacienda y de Nelson Barbosa en Planificación fue recibido con «satisfacción» por la Federación de Industrias del Estado de Sao Paulo (FIESP).

«La industria espera que Joaquim Levy y Nelson Barbosa, así como Alexandre Tombini, que permanece en la presidencia del Banco Central, conduzcan la economía con responsabilidad, visión de futuro y estímulo a los que quieren producir, trabajar y hacer al país crecer», dijo en un comunicado el titular de la Fiesp, Paulo Skaf.

Por su parte, el presidente de la Confederación Nacional de la Industria (CNI), Robson Andrade, afirmó que quiere colaborar con el Gobierno «para construir una agenda que permita a Brasil aumentar la competitividad, alcanzar el crecimiento vigoroso y sustentable, con una sociedad que tenga más igualdad de oportunidades».

El presidente de la Federación Brasileña de Bancos (FEBRABAN), Murilo Portugal, dijo que Rousseff hizo «excelentes elecciones» con la designación de Levy para reemplazar a Guido Mantega y de Barbosa en lugar de Miriam Belchior.

Portugal dijo que Levy tiene «credibilidad internacional» como secretario del Tesoro del gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, época en la cual el país logró la calificación de grado de inversión con funciones en organismos como el Banco Central Europeo, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

«Estamos más optimistas con el próximo año, esperando que estas designaciones contribuyan a retomar la confianza, lo que, como los mercados indican, ya comenzó a ocurrir», agregó Portugal.

Desde el sector sindical, apenas se pronunció el diputado Paulo Pereira da Silva, líder licenciado de la central Fuerza Sindical, que formó parte de la coordinación de la campaña electoral del derrotado candidato presidencial opositor Aécio Neves.

«Espero que ellos puedan recuperar la economía, que está paralizada y con riesgo para los trabajadores, principalmente en la industria y en la construcción», declaró.

La Central Única de Trabajadores (CUT), vinculada al oficialista Partido de los Trabajadores (PT), hará publica su posición sobre los cambios en el gabinete de Rousseff luego de la reunión de su dirección ejecutiva, el 10 y el 11 de enero, informó a Efe la oficina de prensa de la entidad.

La designación de Levy, que anunció una meta de 1,2 % en el superávit primario (ahorro para pagar intereses de la deuda pública) y del 2 % en los dos años subsiguientes, provocó que el gobernante PT no tenga un ministro de esa fuerza en la cartera económica.

En las últimas semanas los dirigentes del PT debatieron sobre el modelo desarrollista de inclusión social aplicado por las gestiones Lula y Rousseff, que podría verse trastocado si Levy corta gastos para cumplir las metas fiscales.

Para el diputado del PT Paulo Teixeira, la designación de Levy no debería cambiar el rumbo de las políticas de generación de empleo y reajustes del salario.

«Tengo certeza de que la presidenta implementará la política económica que fue victoriosa en las urnas, de generación de empleos y valorización de los salarios», dijo Teixeira a Efe.

Guilherme Boulos, coordinador del Movimiento de Trabajadores Sin Techo (MTST), organización que apoyó a Rousseff en las elecciones, atribuyó el aplauso del mercado a Levy a un intento de desestabilización a Rousseff por parte de la oposición.

«Hay gente siendo injusta con usted (por Rousseff), diciendo que las designaciones indican que su Gobierno aplicará el proyecto de Gobierno derrotado en las urnas. No se deje llevar por eso. Están haciendo el juego de la derecha, en el fondo la quieren desestabilizar», escribió el dirigente en su columna del diario Folha de Sao Paulo.

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