Economía

El Gobierno argentino autoriza la compra de hasta 2.000 dólares al mes

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Buenos Aires, 27 ene (EFE).- El Gobierno argentino oficializó hoy la adquisición de divisas extranjeras para atesoramiento para quienes justifiquen ingresos superiores a los 7.200 pesos mensuales, unos 900 dólares al cambio oficial, con un límite máximo de 2.000 dólares al mes.

La adquisición de moneda extranjera tendrá un recargo del 20 % a menos que se deposite a plazo fijo en una entidad bancaria por un plazo mínimo de un año, informó hoy el jefe de Gabinete argentino, Jorge Capitanich.

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Buenos Aires, 27 ene (EFE).- El ministro de Economía argentino, Axel Kicillof, afirmó que la nueva autorización a particulares para adquirir dólares «tendrá continuidad en el tiempo» y que el Gobierno impondrá sanciones si tras la devaluación del peso hay abusos de precios por parte de sectores nacionales.

El ministro subrayó que el levantamiento parcial de las restricciones a la compra de dólares que entrará en vigor este lunes, «va a tener continuidad, va a ser mensual en base a los ingresos y va a apuntar a los que no han accedido a los dólares en este tiempo».

Durante una entrevista en la televisión pública argentina, Kicillof señaló también que habrá controles y sanciones del Estado para evitar que haya subidas de precios injustificadas por parte de los sectores de producción nacional, no afectados por las cotizaciones de las divisas.

El ministro declaró que «el comerciante que dice que hubo un devaluación del 16 %» por ello aumenta de los precios «miente y roba», porque «el componente importado de la economía es del 30 %».

El titular de la cartera de Economía explicó que el efecto de la devaluación no es lineal «ni sobre los precios ni sobre el salario», e instó a organizaciones y sindicatos a que ayuden a controlar los precios.

Las declaraciones de Kicillof salen al paso de la incertidumbre sobre el impacto que tendrá la acusada devaluación de la moneda nacional durante la semana pasada -cuando la cotización del dólar cerró en 8 pesos por cada unidad tras acumular un incremento semanal del 17 %- sobre los precios.

El Gobierno logró estabilizar la cotización tras anunciar por sorpresa que a partir de este lunes se levantarán parte de las restricciones del denominado «cepo al dólar», vigentes desde 2011, al permitir a personas físicas comprar la divisa para ahorro y tenencia.

Agrupaciones de supermercados argentinos advirtieron durante el fin de semana de que la depreciación tendrá consecuencias en los costes, e incluso llegaron a señalar que algunos intermediarios aplicaron ya subidas de entre el 5 y el 10 por ciento.

La inflación es una de las principales preocupaciones de la sociedad argentina, y aunque Gobierno pronostica una inflación del 10,4 por ciento para 2014, las consultoras privadas cifran ese índice alrededor del 30 por ciento.

Madrid, 27 ene (EFE).-La brusca devaluación experimentada por el peso argentino la semana pasada, la mayor de los últimos doce años, perjudicará especialmente a bancos, empresas aseguradoras y titulizaciones del país, explica la agencia Moody’s, que cree que no será la «panacea» de sus problemas soberanos.

En el informe de perspectivas semanal que ha publicado hoy la agencia estadounidense, Moody’s señala que la medida cambiaria no está acompañada de ningún plan evidente para frenar el efecto inflacionario de la devaluación.

Moody’s calcula que la moneda argentina se devaluará aún un 50 % este año y que la inflación superará el 30 %.

Aunque la devaluación puede contener temporalmente la presión sobre las reservas de divisas, no está claro cuáles son los planes del Gobierno para limitar la fuga de capitales, controlar la inflación y restaurar la confianza de los inversores.

Por lo tanto, prosigue el informe, la calidad crediticia de Argentina seguirá siendo negativa a corto plazo.

En relación con el sector privado, las empresas que generan flujos de caja en Argentina y tienen deuda en dólares se verán muy afectadas por la subida de la inflación; en concreto, la devaluación repercutirá negativamente en la calidad de los activos de la bancos, al reducir el consumo privado e incrementar la morosidad.

Además, la subida de la inflación reducirá su rentabilidad al aumentar los gastos operativos.

Por lo que respecta a las aseguradoras, reducirán sus beneficios, dice Moody’s, y verán como se incrementan sus gastos, sobre todo en el ramo de vida.

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