Washington, 21 abr (EFE).- El ministro de Hacienda de Brasil, Guido Mantega, criticó hoy la «reticencia» de los países europeos a revisar el sistema de cuotas (poder de voto) del Fondo Monetario Internacional (FMI) y señaló que el «equilibrio actual es profundamente dañino para la credibilidad» del organismo.
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Como ejemplo, Mantega remarcó que la cuota de Luxemburgo es superior a la de Argentina o Sudáfrica o la de Bélgica superior a la Indonesia o Nigeria.
Países como China, Brasil, Rusia e India han insistido en seguir avanzando en las reformas del reparto de cuotas del FMI para que refleje adecuadamente el peso relativo de los miembros en la economía global.
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«La reticencia de algunos países a aplicar los acuerdos de reforma integral de la fórmula del sistema de cuotas es profundamente dañina para la institución y la propia credibilidad de estos países», afirmó en su discurso ante el Comité Financiero y Monetario del FMI.
El ministro brasileño insistió en sus llamados a avanzar en el «lento y limitado» proceso de reformas que debe concluirse para la siguiente reunión anual del FMI en Tokio en octubre de este año, para poder pasar a un modificación más amplia en 2013.
«Se repite a menudo que las reformas en las cuotas son cruciales para la legitimidad y efectividad del fondo. El mero ritual de repetición de este tipo de declaraciones no es suficiente», apuntó.
Por otro lado, mostró su preocupación por la consolidación fiscal en muchas economías avanzadas que está «lastrando el crecimiento».
En ese sentido, instó a países con «espacio fiscal», como Alemania o Europa del Norte, a adoptar medidas de «estímulo» que «ayudarían no solo a la demanda global si no que también facilitaría el reequilibrio dentro de la zona euro».
Atacó, asimismo, las políticas monetarias «ultraexpansivas» en algunas economías avanzadas que afectan a los mercados emergentes como el brasileño.
En este sentido, Mantega reiteró que el Gobierno brasileño seguirá aplicando las medidas que «juzgue necesario» para contener los flujos excesivos y volátiles de capital con políticas macroprudenciales y controles de capital.
«Brasil se opone a cualquier código de conducta o directriz internacional que trate de constreñir las respuestas políticas de estos mercados emergentes», concluyó.
Durante su discurso, Mantega no se refirió a la ampliación de capital de 430.000 millones para el FMI aprobada ayer por el G20.
Previamente, en un encuentro con periodistas en el marco de las reuniones de primavera del organismo multilateral y el Banco Mundial, el ministro brasileño mostró su disposición a reforzar los recursos del FMI pero lamentó que «algunos países tengan más entusiasmo en pedir dinero que en reformar el sistema de cuotas».
Finalmente, Brasil aceptó colaborar en este incremento, pero evitó dar una cifra concreta.