Economía

El débil crecimiento y el temor a la crisis europea centran la reunión del G20

Washington, 20 abr (EFE).- Los ministros de Finanzas del G20 cerraron hoy en Washington una reunión centrada en el temor a las repercusiones de la crisis europea, la volatilidad de los mercados y el débil crecimiento de las economías avanzadas.

En el comunicado final del encuentro de titulares de Finanzas del G20, que este semestre preside México, los países miembros (las principales economías desarrolladas y emergentes) se comprometieron a reducir los riesgos que persisten por la «presión de los mercados financieros sobre Europa», un temor que ha resonado estos días en Washington.

Con el propósito de calmar las tensiones sobre la Eurozona, el Fondo Monetario Internacional (FMI) consiguió un compromiso de base para aumentar las aportaciones al organismo multilateral en más de 430.000 millones de dólares, con la promesa de potencias emergentes como China, Rusia o Brasil, que sin embargo no cuantificaron sus propuestas.

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El secretario de Hacienda de México, José Antonio Meade, anfitrión de esta reunión preparatoria para la cumbre del G20 en Los Cabos en junio, destacó que se ha alcanzado «un compromiso para dotar de mayor seguridad financiera» al mundo.

«El consenso es fuerte y los esfuerzos para estabilizar la economía global han sido muy buenos», aseguró Meade en la rueda de prensa final del encuentro.

En tanto, la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, destacó el «impulso colectivo» y el «extraordinario dinamismo» de la comunidad internacional para hacer frente a los problemas económicos globales con el acuerdo de aumentar los recursos del fondo.

El documento final pactado entre los países desarrollados y emergentes destaca que «la volatilidad se mantiene alta» por la crisis en la eurozona y «las expectativas de crecimiento para 2012 siguen siendo moderadas».

El informe de «Perspectivas Económicas Globales», presentado esta semana, indica que la evolución de la economía mundial seguirá muy condicionada a la evolución de la Eurozona, donde se han puesto medidas en marcha para evitar el contagio a España e Italia.

La economía mundial crecerá, según el informe del FMI, un 3,5 % este año y un 4,1 % en 2013, mientras pende sobre los resultados el temor a que la crisis en Europa se agudice y acabe por afectar a países industrializados, emergentes y pobres.

«El persistente desempleo y las lagunas en el desarrollo» son para el G20 los principales lastres de la economías global a mediano plazo.

El grupo de los países ricos y emergentes dio la bienvenida a las decisiones de las autoridades europeas de fortalecer el cortafuegos europeo con la creación del Mecanismo de Estabilidad Europeo (ESM, por sus siglas en inglés), como parte de las reformas a nivel de la Eurozona.

Además de los problemas en Europa, el G20 se comprometió a evaluar los problemas de volatilidad excesiva en los precios de las materias primas, que afectan especialmente a países en desarrollo y han motivado medidas en ocasiones proteccionistas.

Lagarde recordó que, pese a que el debate de esta reunión se ha centrado en la crisis europea, es necesario seguir aumentando los fondos disponibles para la lucha contra la pobreza y de las desigualdades económicas.

La portavoz de la ONG Oxfam Caroline Hooper-Box valoró positivamente esta mención de Lagarde, ya que esos recursos «serían fundamentales para los países más vulnerables en una segunda ronda de la crisis global».

Meade destacó también que en esta reunión ha habido un compromiso para avanzar en la inclusión en el sistema financiero de los más pobres, de manera que tengan acceso al crédito y a los beneficios de la banca comercial.

Asimismo, los ministros del G20, en los que España está presente como invitado permanente, acordaron mantener la agenda de reformas del sistema financiero para evitar que una falta de supervisión provoque una vuelta al «crack» financiero de 2008.

Como en la cumbre de Seúl de 2010, los ministros de Finanzas del G20 se comprometieron hoy a seguir avanzando en las reformas del reparto de cuotas del FMI para que refleje adecuadamente el peso relativo de los miembros en la economía global, algo que se concretaría en enero de 2013 y es promovido por China, Brasil, Rusia e India.

Washington, 20 abr (EFE).- El comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, dijo hoy que los compromisos de reformas en España e Italia y las medidas para ampliar los fondos de rescate de Bruselas han permitido que el G20 alcanzara el consenso necesario para aumentar los fondos del FMI.

Rehn celebró el acuerdo de aumentar en más de 430.000 millones de dólares la dotación del FMI y aseguró que era uno de los principales objetivos de la delegación europea para esta reunión de Finanzas del G20, que se celebró coincidiendo con los encuentros de primavera del Fondo y el Banco Mundial (BM).

«Hemos conseguido nuestro objetivo principal. Son buenas noticias para Europa y para la creación de un cortafuegos que contribuya a consolidar la estabilidad global», indicó Rehn en rueda de prensa al cierre de las reuniones.

Para el comisario europeo, el compromiso «es una nota positiva» que demuestra el consenso del G20 y destacó que los países emergentes, como China y Rusia han comprometido dotar de más fondos al FMI sin precisar una cantidad.

En opinión de Rehn las medidas de la UE para combatir la crisis en Europa y evitar el contagio de los problemas de deuda han permitido dar confianza en el seno del G20 para llegar a un acuerdo.

«La zona euro está llevando a cabo las reformas y el ejemplo son los serios esfuerzos de España para 2012 y 2013 para llevar conseguir un ritmo sostenible de su deuda tras la tensiones en los mercados», subrayó Rehn, que también mencionó las reformas laboral y del sistema bancario.

La ministra de Finanzas de Dinamarca, país que tiene la presidencia rotatoria de la UE, Margrethe Vestager, indicó que el acuerdo de aumento de aportaciones al FMI se ha conseguido «porque hemos hecho los deberes».

La mayoría de los fondos comprometidos provienen de la Unión Europea, 200.000 millones de dólares; Japón, 60.000 millones, Corea del Sur, Arabia Saudí y Reino Unido, que comprometen 15.000 millones de dólares cada uno.

Vestager dijo que este compromiso internacional «es el que es y es bueno», pero que es solamente una medida complementaria a la agenda de reformas y consolidación fiscal que debe llevar a cabo al Unión Europea.

«Es necesario pero no resuelve las razones de la crisis», precisó.

Por su parte, el gobernador del Banco Central Europeo, Mario Draghi, aseguró que «las reformas y la consolidación fiscal tienen que seguir en marcha», al tiempo que señaló que el aumento de los fondos disponibles por el FMI «es un instrumento para hacer frente a la excesiva volatilidad de los mercados».

«Ahora tenemos un cortafuego puesto en marcha, no solo con el esfuerzo europeo, sino a nivel mundial», añadió.

Rehn también se refirió a las recomendaciones del FMI para que se tengan en cuenta la posibilidad de utilizar el dinero Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (EFSF, en inglés) y el Mecanismo Europeo de Estabilidad (ESM) para recapitalizar los bancos en apuros.

En opinión de Rehn, lo que se debe hacer es ir a la raíz de los problemas y controlar la deuda pública y recordó que no hay planes de cambiar las provisiones que rigen el uso de estos fondos para proveer capital a bancos.

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