Economía

El BCE asegura que la banca ya no se opone a financiar sus propios rescates

Copenhague, 31 mar (EFE).- El vicepresidente del Banco Central Europeo, Vítor Constancio, aseguró hoy que el sector financiero ya no se opone a financiar sus propios rescates, pese a la resistencia que mostró el año pasado a esta propuesta de la Comisión Europea.

«La industria ha cambiado su posición y ahora es mucho más favorable a la idea -que implica obligar a acreedores y accionistas de las entidades a asumir los costes del rescate-«, señaló Constancio al término de una reunión informal del Ecofin.

Constancio explicó que basa esta afirmación en las reuniones que ha mantenido con el sector, así como en la posición manifestada en el encuentro de hoy por el presidente de la Federación Bancaria Europea, quien «no se mostró hostil» al respecto.

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Las entidades financieras habían protestado en numerosas ocasiones porque consideraban que podía provocar una huida de inversores y que era inasumible introducir este cambio en plena crisis, como pretendía el Ejecutivo comunitario, motivo por el cual Bruselas nunca llegó a concretar en una propuesta legislativa esta iniciativa, planteada por primera vez en octubre de 2010.

La CE anunció este viernes que va a mantener cuatro semanas más de contactos con los interesados y que propondrá una normativa antes de la reunión del G20 en México, en junio.

«El calendario de actuación nos parece apropiado», sostuvo la ministra danesa de Economía, Margrethe Vestager, quien recordó que el objetivo es «hacer frente a la caída de las entidades sin tener que recurrir al dinero de los contribuyentes».

Vestager señaló que una de las prioridades es gestionar mejor los problemas que tengan los bancos transfronterizos, para lo que se está debatiendo la creación de una red de fondos nacionales que respondan en caso de quiebra.

«Debería existir un enfoque europeo», comentó Constancio en relación a la creación de esta red de fondos que aseguraría un desmantelamiento ordenado de las entidades con problemas y evitaría poner en riesgo todo el sistema financiero por grande que fuese el banco afectado.

A juicio del vicepresidente del BCE, esta red resultaría especialmente interesante para los países de la zona euro, que son los que más interconectados están y constituye la manera más sencilla de repartir los costes que supone financiar una liquidación.

La iniciativa supone, en concreto, que los acreedores privados tengan que asumir depreciaciones de deuda o quitas o convertir las deudas en acciones, por ejemplo obligando a los acreedores a adquirir títulos del banco.

También prevé planes de recuperación (para el caso en que un banco deba enfrentarse a graves dificultades) y planes de liquidación que permitan quiebras ordenadas (los llamados «testamentos vitales»).

Permite prohibir dividendos, exigir a las entidades cambios en su cuerpo directivo o incluso que se desprenda de actividades o ramas de actividad que planteen un excesivo riesgo, transferir toda o una parte de su actividad a un «banco puente» temporal o forzar la separación de sanos de los tóxicos con la creación de un «banco malo».

El comisario europeo de Asuntos Económicos, Michel Barnier, aseguró hoy que la normativa sobre liquidación ordenada de bancos es una de sus prioridades, y subrayó que la ausencia actual de legislación a lo único que lleva es a que tener que volver a recurrir al dinero público en caso de que haya que rescatar a más entidades financieras.

«Esta situación no puede continuar», aseguró Barnier, quien rechazó que sigan siendo los contribuyentes los que financien los rescates.

El Ecofin celebró hoy su primer debate sobre otra legislación destinada a limitar el poder de las agencias de calificación crediticia.

Los países se centraron, en concreto, en la exigencia de rotación obligatoria, según la cual ninguna agencia puede calificar al mismo cliente durante más de tres años.

«Los Estados miembros están preocupados porque hay muy pocas agencias que tengan la capacidad de hacer el tipo de calificación de la que estamos hablando», afirmó la ministra danesa, quien aclaró que se estudiará cómo introducir más flexibilidad en este punto.

Copenhague, 31 mar (EFE).- Los ministros de Finanzas de la Unión Europea enviaron hoy un mensaje a favor del aumento de los recursos del Fondo Monetario Internacional (FMI) para que pueda apoyar a la zona euro, y recalcaron que Europa ya ha hecho su trabajo.

El ministro de Finanzas de Francia, François Baroin, apeló al aumento de los recursos del FMI, que podría decidirse en la reunión de primavera de la institución financiera internacional a mediados de abril, y destacó que «Europa ha hecho su trabajo».

Baroin explicó que la idea es contar con un doble cortafuegos: una respuesta europea y otra internacional coordinada por el FMI.

El ministro francés destacó que la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, ya ha valorado positivamente el refuerzo del fondo de rescate europeo, después de que ayer el Eurogrupo acordase elevar su capacidad de préstamo de los 500.000 millones de euros a los 700.000 millones.

«Vamos en la buena dirección», añadió.

La ministra danesa de Finanzas, Margrethe Vestager, por su parte, afirmó que «es el momento de incrementar los recursos del FMI y de llegar a un acuerdo global» y aseguró que tal aumento es «en interés de todos los países».

Vestager recordó que los países del euro se han comprometido ya a elevar su aportación al FMI en 150.000 millones de euros, y aseguró que otros socios que no comparten la moneda única, como Dinamarca, también se han comprometido a hacer un esfuerzo.

«Lo que queremos es un acuerdo en Washington en abril», agregó.

La titular danesa dijo que las tensiones financieras en los mercados se han relajado, pero advirtió de que no hay lugar para la complacencia y que las reformas deben continuar para afianzar la credibilidad.

Desde el Banco Central Europeo (BCE), su vicepresidente Vítor Constancio, consideró que el nuevo fondo europeo de rescate es «absolutamente creíble» y que su dotación se mantiene dentro de las expectativas que se habían planteado a priori.

Asimismo recordó que desde que el fondo fue creado en mayo de 2010 con un tope de 440.000 millones de euros, su techo se ha incrementado hasta los 800.000 millones -este cálculo incluye 100.000 millones ya comprometidos para los rescates de Grecia, Irlanda y Portugal-.

Constancio también estuvo de acuerdo en que el FMI tiene que tener más recursos si quiere continuar cumpliendo con sus funciones en el futuro y también afirmó que, en su opinión, la gravedad de la situación en Europa ha sido exagerada.

Copenhague, 31 mar (EFE).- Los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea (UE) han creado un grupo de trabajo para buscar fórmulas alternativas o pasos intermedios a la introducción de la tasa a las transacciones financieras en todo el bloque comunitario.

La ministra danesa de Economía, Margrethe Vestager, reiteró hoy en la rueda de prensa posterior a la reunión informal del Ecofin que la UE sigue una doble vía: mantiene abiertas las investigaciones técnicas de la propuesta de la Comisión Europea (CE), a la que se oponen varios países encabezados por Reino Unido y Suecia, a la vez que también busca otras alternativas.

Pero recordó que los países llevan debatiendo meses sobre la propuesta -que quiere tasar con un 0,1 % las transacciones con acciones y bonos y con un 0,01 % las operaciones con derivados- y que las posiciones no han cambiado desde noviembre.

«Si este instrumento no es lo que tenemos que aplicar, deberemos encontrar otra cosa», admitió Vestager, quien resaltó que hay un debate «amplio y constructivo» y un «deseo fuerte» de que el sector financiero contribuya a resolver la crisis y a que la economía funcione bien para que no haya una nueva crisis.

Los mercados «apreciarían» además una «mayor claridad» sobre el marco europeo común, afirmó.

Entre las alternativas mencionadas en la reunión informal de ministros de Economía y de Finanzas de la UE (Ecofin) en Copenhague figuran el «stamp duty», una tasa al estilo de la que aplica el Reino Unido sobre solo algunos productos financieros como las acciones, y el «impuesto sobre actividades» que tienen otros países.

Los países deberán estudiar si el ejemplo británico puede ser un paso intermedio para avanzar después a una tasa más amplia o no, explicó la ministra de Economía danesa.

La intención de la Presidencia danesa es debatir esta iniciativa u otras similares de nuevo en mayo o en junio, aunque Vestager ve difícil hablar de un calendario, porque una propuesta alternativa requeriría que la CE presentase un proyecto legislativo nuevo.

El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, admitió en rueda de prensa que los gobernadores de los bancos centrales son «un poco escépticos» con respecto a la tasa propuesta por la CE.

Aunque no da por perdida la tasa, no descartó que ante la falta de consenso sobre una materia que requiere una decisión unánime de los 27, se tenga que optar quizá por la cooperación reforzada entre al menos nueve países, si bien eso no sería lo deseable.

«Mejor sería una solución a 27, quiero la solución lo más amplia posible», indicó.

El ministro de Economía francés, François Baroin, recalcó por su parte la determinación de nueve países a impulsar la introducción de una tasa más amplia, mientras que el titular de Finanzas sueco, Anders Borg, que dirige el grupo de trabajo creado hoy, mostró su oposición a la propuesta de la CE.

«Trabajaremos de forma constructiva para encontrar algo en lo que toda la UE pueda estar de acuerdo. Pero pienso que es importante sacar de la agenda la propuesta de la Comisión sobre un impuesto a las transacciones financieras», dijo Borg.

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