Alrededor de 100.000 personas celebraron en la ciudad israelí de Tel Aviv, a orillas del Mediterráneo, la popular marcha del Orgullo, el mayor y más festivo desfile LGTB de Oriente Medio.
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Este año el veto de entrada a turistas, que todavía sigue en vigor desde el inicio de la pandemia, impidió la asistencia a miles de extranjeros que viajan al evento anual celebrado desde 1998.
El ministro de sanidad israelí, abiertamente homosexual, Nitzan Horowitz, recomendó a los asistentes el uso de tapabocas aunque desde mediados de abril no es obligatoria al aire libre.
Desde el mediodía, las calles de Tel Aviv eran una fiesta de baile y entusiasmo, con las carreteras y la playa abarrotadas de decenas de miles de personas que se unieron al desfile encabezado por seis grandes carrozas.
Ofer Neumann, el director de la ONG Israel Gay Youth, declaró que la organización está ampliando su trabajo a sectores nuevos y más conservadores de la sociedad israelí, especialmente religiosos.
Las denuncias por discriminación contra la comunidad LGTBIQ aumentaron un 27 % durante 2020 en Israel en un contexto marcado por confinamientos.
La pandemia implicó un incremento de agresiones homófobas en el ámbito familiar, según denunció la ONG israelí Agudá en su informe anual.
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Sin embargo, Tel Aviv es vista como una de las ciudades más abiertas del mundo para este colectivo.
EFE