Alana McLaughlin, la segunda atleta transgénero en la historia de las artes marciales mixtas ha desatado una gran polémica luego de su debut profesional.
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Durante este fin de semana, la atleta norteamericana de 38 años se enfrentó a la francesa Celine Provost, que cuenta con más de diez años de experiencia en el deporte, y la superioridad de McLaughlin ha desatado una gran polémica.
A pesar de su recorrido en el deporte, Provost no pudo oponer mayor resistencia ante la fuerza demostrada por su rival que la doblegó en el combate con un poderoso estrangulamiento, en la que apenas era su primera pelea.
Los comentarios no se hicieron esperar y han condenado el hecho, ya que revelaron imágenes de McLaughlin hace unos años en los que lucía con una prominente musculatura y una densa barba. Por si fuera poco, antes de someterse a su tratamiento para cambiar de sexo era agente de las Fuerzas Especiales de su país e incluso combatió en Afganistán.
Así como muchos han mostrado su rechazo, otros apoyan la inclusión en el deporte. El debate está abierto.
Camino difícil de McLaughlin
La segunda luchadora transgénero de la historia nació en Portland y desde su infancia divulgó sus intenciones de cambiar de sexo, pero no recibió el apoyo de su familia, aplazando su deseo.
McLaughlin confesó que cuando tenía apenas 5 años fue violada por una persona cercana a su familia, de la cual no recibió el respaldo hasta años después. En 2003 se integró al ejército de su país y alcanzó el rango de sargento. Incluso estuvo combatiendo en Afganistán en un grupo élite. En el ejército estuvo por seis años y recibió ocho condecoraciones.
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Posterior a esto fue que tomó la determinación de comenzar el tratamiento con hormonas para el cambio de sexo y además se gradó en Bellas Artes.
En ese entonces fue que comenzó a practicar artes marciales mixtas.
«Toda mi vida fui un enano, no tenía la talla adecuada, me intimidaron, me violaron, me golpearon, como que no lo tuve fácil. La historia de mi vida ha sido tratar de resistir físicamente a personas que eran más grandes, más fuertes y más hábiles que yo», manifestó McLaughlin al diario británico The Guardian, medio que le hizo un reportaje especial previo al combate.