La Equidad instauró una reforma ante Nacional que sí fue aprobada
PUBLICIDAD
La revolución de los pequeños, en el fútbol como en la vida. En un día histórico para el país, el fútbol también presenció su episodio épico, pero en el verde césped. Allí, bajo un sol radiante, Atlético Nacional y La Equidad se dieron cita en un Atanasio Girardot vacío, pero con el espíritu de la remontada. Mientras, el conjunto de Alexis García iba por la heroica, aunque tuviera un gol de ventaja.
Ese tanto de la ida La Equidad lo defendió con uñas y dientes. El equipo bogotano no le permitía a Nacional espacios, con un esquema defensivo desde el vamos. Aun así, el talento verdolaga encontraba crear sus ocasiones, pero la puntería no era fina. Por ello, a pesar de merecer algún gol, el equipo local se fue resignado al descanso con un cero a cero.
Para el complemento, Alexis García vio venirse un tsunami contra ellos. Para contrarrestarlo mandó a Hansel Zapata en cancha, buscando contragolpear y mantener preocupado al conjunto de Alexander Guimarães. Así fue, por lo que se armó un partidazo en Medellín.
Nacional tuvo la oportunidad de irse en ventaja en un tiro penal. Sin embargo, Christian Bonilla atajó el cobro de Andrés Andrade, quien en la réplica no pudo definir con arco descubierto. Más drama en el Atanasio y drama del bueno.
Acto seguido, Juan Carlos Mahecha puso en ventaja al equipo visitante con un cabezazo tras un cobro de esquina. Baldazo de agua fría para el Verde Paisa, más fría que la lluvia que estaba cayendo y en ese momento era torrencial. No obstante, Nacional iba a vender cara su derrota y vaya que le dio valor a su pellejo.
De tanto insistir, en alguna cayó el empate. Luego de un cabezazo al palo por parte de Baldomero Perlaza, Andrés Andrade definió a los trompicones, empatando el juego, pero aún no alcanzaba. Los jugadores de La Equidad reclamaron mano de Jonathan Alvez, pero el juez Carlos Betancur consideró que había sido sin intención y mucho antes de la finalización de la jugada. Por eso validó el gol.
PUBLICIDAD
Fue el mejor momento de Nacional y el gol de Baldomero Perlaza así lo evidenció. Un pase formidable del Rifle Andrade, con el revés del pie, dejó habilitado al volante que emparejó la serie con el 2-1 parcial. Todo apuntaba a los penales, todo menos el destino.
Un penal muy discutido sobre Daniel Mantilla permitió que el goleador Diego Herazo lo transformara en gol y mano a mano con el portero no iba a fallar. Con el 2-2 y a falta de 12 minutos para el final, Nacional fue a matar o morir.
Y murió. Aunque de pie porque lo intentó, el club paisa vio como un David de Bogotá tumbaba al más Goliat de los Goliat del deporte nacional. La Equidad persigue su sueño de primera estrella y generar una reforma en el fútbol colombiano, reforma que por el momento sí está siendo aprobada.
En Armenia el sol le brilló a Junior y no a Santa Fe
En el tercer juego entre ambos en menos de diez días, el partido fue opaco en el estadio Centenario. El Expreso Rojo, con más ganas que fútbol, intentó a los trompicones remontar el 1-3 de la ida, pero no fue posible.
Por su parte, Junior con algunos momentos de buen juego, pudo soportar y mejorar las sensaciones de Luis Amaranto Perea. Lo visto en el Monumental de River no fue casualidad y el equipo Tiburón está encontrando el camino.
Millonarios soportó la última bala del bicampeón
América, ya sin Juan Cruz Real, no pudo ante un conjunto embajador diezmado por lesiones y expulsiones. A pesar de oficiar como local en Ibagué, el conjunto de Alberto Gamero prefirió defender su ventaja bien ganada en el Pascual Guerrero y aunque por momentos sufrió, logró el objetivo.
Entregando la corona, ahora los Diablos Rojos esperan por la firma inminente de Juan Carlos Osorio, quien será timonel escarlata y se encargará de finalizar la Copa Libertadores en su fase de grupo, lo último que le queda disputar a un América bicampeón, que ya no persigue el tri.