Encuentre a continuación la entrevista completa y exclusiva con Mónica Vélez, directora de la Copa Colsanitas de Bogotá.
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¿Cómo fue esa transición de tenista a directora de torneos y promotora del deporte blanco en Colombia?
Soy administradora de empresas, jugué tenis desde los siete hasta los 17 años, representé a Bogotá y a Colombia en eventos internacionales y, gracias al tenis, recibí una beca en Estados Unidos. Empecé mi carrera profesional trabajando en mercadeo y, por cosas del azar, terminé involucrada en la organización de un torneo. Fue de las experiencias más lindas y gratificantes. Eso llevó a que montara una oficina donde utilizamos el deporte como una herramienta para que el sector privado se acerque. Es una forma de devolverle al tenis, lo que hizo por mí.
Como jugadora tuvo sus objetivos. Ahora, en esta nueva faceta, ¿cómo aporta al desarrollo del tenis?
El deporte requiere de la empresa privada para salir adelante. Por supuesto también necesita del apoyo institucional. Sin embargo, se requiere de financiación y, desafortunadamente, en países latinoamericanos, los recursos del Estado no son suficientes. La única manera es unir la parte institucional y los recursos de la empresa privada, que vean la oportunidad de retornos y una exposición de marca.
En entrevista con Publimetro, el promotor y organizador de torneos, Jhan Fontalvo, afirmó que mantener un evento de tenis en Sudamérica es complicado. ¿A qué se debe?
Es la pregunta que nos hacemos quienes estamos en el mundo del deporte. Mi respuesta es que somos cortoplacistas y falta visión de desarrollo. Por ejemplo, Colsanitas lleva 25 años invirtiendo en el tenis y ya está dando resultados. Cuando hay recursos económicos, hay mejores entrenadores, se puede viajar para competir y así adquirir el nivel que exigen los torneos grandes. Ahora, el problema en Colombia es la falta de ídolos. En el tenis hemos tenido ídolos, pero no han perdurado. Caso contrario en Argentina con Guillermo Vilas o Gabriela Sabatini. Ellos han hecho que la afición crezca y los niños tengan referentes. Hemos mejorado y los buenos resultados ayudan a que las empresas vean en el deporte una opción para hacer país y desarrollar su marca.
¿Ha pensado en unirse a la parte dirigencial para cambiar esa mentalidad?
Sí, pero no depende de mí. Puedo aportar en varios frentes. Por un lado, la diversidad de género a nivel directivo es importante porque es la visión femenina también aporta. Por el otro, tengo 20 años de experiencia como promotora, independiente, inversionista del deporte y, además, fui jugadora. Conozco lo que la empresa privada necesita y sería el vínculo entre lo dirigencial y las marcas.
¿Qué ofrece su visión que otras no?
Lo que hemos logrado no ha sido solo gracias a mí, sino a un equipo que está detrás. La diferencia radica en el compromiso por hacer las cosas bien. Por supuesto que esto es un negocio, pero más allá de los ingresos personales, buscamos y queremos el desarrollo del deporte.
Respuestas atrás volvió a hablar de su pasado como jugadora. ¿Con qué faceta se queda?
La que hago me fascina porque es una mezcla de todo. Ahora miro el bosque y no el árbol. Cada vez uno sube un escalón y esto me permite ver la realidad.
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Al afirmar que ‘cada vez es un escalón más’, ¿a qué escalón quiere llegar?
Me la pone difícil (risas). Tengo sueños, pero voy día a día. Lo que me interesa es subir un escalón en aportar al crecimiento del deporte y generar un fuerte impacto en la sociedad, en la honestidad, en el desarrollo del tenis, en promover el deporte como una salida para tener un mejor país. Ahora, confieso que quisiera ser parte de las directivas del tenis en Colombia.
¿Qué significa ser la directora de la Copa Colsanitas en Bogotá?
Es un reto, una alegría y un compromiso porque dar cumplimiento a las normas, que con pandemia son muchas, es complejo. Es el desafío de ofrecerles condiciones idóneas y una responsabilidad con el patrocinador oficial, Colsanitas.
¿A qué se debe la intención de resaltar el papel de la mujer en esta edición?
Se juntan varias cosas como el momento histórico de la WTA, que lanzó una campaña, cambiando incluso su logo para darle más preponderancia a la mujer. También ha unificado criterios con la ATP. Se busca resaltar los valores y el empoderamiento femenino. El mundo pretende promover la equidad de género.
Si tuviera que escoger uno de los eventos en los que ha estado, ¿con cuál se queda?
Me quedo con la Copa Colsanitas porque es el más relevante para el desarrollo del tenis en Colombia. Eso sí, más allá de torneos, me sentiría satisfecha el día que logre cambiar la mentalidad de trabajo en equipo por encima del trabajo individual. Hay una limitante en el país que es la necesidad de reconocimiento personal. Todos tenemos algo que aportar, pero falta unir esfuerzos.