Pandemia tiene en ruinas a árbitros de baloncesto en Bogotá ¿Quién los ayuda?
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POR: Sebastián Gómez // Román Gómez
Pandemia, pesadilla que por el momento no tiene fin. Aunque celebramos la llegada de vacunas y la reducción considerable de contagios, el mundo sigue sin girar a su ritmo habitual. Todos pagamos ese estancamiento, eso sí, unos más que otros. Para algunos, la llegada del coronavirus significó perder ingresos, recursos e incluso la esperanza.
Así como las discotecas, uno de los comercios que no ha podido reabrir por cuestiones sanitarias, existe una comunidad en el mundo del deporte que poco ha sido volteada a ver y tampoco han podido acomodarse a la nueva normalidad. Se trata de los árbitros aficionados de baloncesto en Colombia, quienes llevan más de un año sin dirigir un partido de la pelota naranja y más grave aún, generar recursos con ello.
Víctimas sin victimarios
En Bogotá, desde que el mundo se pausó ellos vieron truncada su afición. La mayoría de ellos tienen trabajos alternos, pero para muchos arbitrar estos partidos era recibir un dinero extra e incluso vital.
“La pandemia nos cogió por sorpresa. A la fundación a la que pertenecemos le dieron la orden de cancelar todos los eventos. Ahí quedamos a la deriva. En ese momento no tuvimos un apoyo porque no había nada y los juegos que realizamos fueron mínimos”, manifiesta Mauricio Restrepo, uno de los árbitros afectados por la pandemia y que busca salir adelante.
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Sin embargo, ellos saben que nadie tiene la culpa. Desde que la actividad deportiva se reinstauró, el baloncesto aficionado tuvo el aval para retomar eventos con protocolos de bioseguridad, pero las empresas que los solían organizar ven muy riesgoso desarrollarlos en este momento por miedo a un contagio masivo. Solo en diciembre pudieron realizarse algunos eventos a cuentagotas, insuficientes para el colectivo de árbitros que espera una solución mayúscula.
“Empezamos a retomar y a hacer publicidad para ver qué torneos se pueden iniciar. Estos eventos solo están permitidos disputarse los domingos. En 2020 solo hubo actividad durante dos meses, eso nos ayudó un poco”, añade.
Que los volteen a ver
Aunque la Federación Colombiana de Baloncesto o su par internacional (FIBA) no tienen obligación de socorrerlos, ellos pretenden ser escuchados. No piden ayudas ni caridad, al contrario claman oportunidades. Sin un gremio que los respalde, eso no impide que se sientan competentes para arbitrar a nivel nacional y esa es su búsqueda, ser considerados por los entes deportivos.
“Siempre nos hemos preguntado por qué no existe la posibilidad de que nos den un salario básico. Sacar un porcentaje basado en la cantidad de juegos que arbitramos y teniendo en cuenta ello se genere un sueldo. Pero ningún ente regulador de baloncesto hace eso, ni siquiera la Federación ni las Ligas”, añade Restrepo, quien también hace un llamado a los entes gubernamentales como el Ministerio del Deporte.
El sexto hombre
En medio de la situación que afecta al menos a 30 árbitros en Bogotá y cientos en toda Colombia, el ambiente del baloncesto colombiano inició una campaña que pueda solventar sus urgencias económicas. Daniel Torres, jugador de baloncesto es el abanderado de una campaña que pretende generar recursos y que inició desde este 7 de marzo.
“El año pasado estuve en contacto con varios de ellos y me comentaron que estaban atravesando por una situación difícil. Con mi familia ayudamos a uno de esos árbitros y ahí nace la iniciativa. Este año me reúno con tres compañeros, también jugadores, y decidimos iniciar la campaña. Afortunadamente, varias personas han colaborado”, le cuenta a PUBLIMETRO, Torres, quien lidera la iniciativa junto a Maria Antonia Molina, también basquetbolista.
Para los árbitros fue como maná que cayó del cielo. Aunque no alcanza para suplir todas las necesidades, ellos son agradecidos de que aquellos jugadores a los que les impartieron justicia, hoy sean los más justos con ellos desde que inició la pandemia.
“Cuando recibí el mensaje de María Antonia comentándome de este buen gesto me causó impacto. La generosidad de ellos es genial y todo es más lindo cuando el vídeo que circula en redes está confirmado por más jugadores. Cuando uno ve que se han cerrado unas puertas, pero de repente los jugadores a los cuales uno vio crecer como deportistas y como personas le tienden la mano, es lindo. Son bendiciones que se les multiplicarán a favor”, dice emocionado Mauricio.
Lo que la pandemia les arrebató, la generosidad les está entregando. Su deporte no los dejó solos, pero ellos necesitan más personas como Daniel, María Antonia y John que no los dejen en el olvido. Por eso, esperan un voto de confianza para seguir de pie mientras pasa esta agonía que les silenció su silbato.