Encuentre a continuación la entrevista exclusiva con Johanis Menco, la exfutbolista que ejemplo de vida para todos.
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Después del accidente, usted continuó vinculada al deporte, ya no en el fútbol, sino en la natación ¿Cómo ha sido esa experiencia siendo dos disciplinas tan diferentes?
Llevo tres meses y he avanzado mucho. Empecé con flotadores y ahora ya puedo nadar sola. Me estoy acoplando al entrenamiento. Le he cogido cariño y pasión a este deporte. A diferencia del fútbol, aquí juega uno solo. Si se cansa, no se puede pedir cambio, toca seguir y resistir.
¿Cuáles son los objetivos?
Quiero buscar un cupo a la selección Colombia y llegar a representar al país en unos Juegos Paralímpicos. A corto plazo, me presentaré en un torneo nacional y así llegar a una liga buena. A mediano plazo, el cupo a la Selección. Por último, a largo plazo, los Paralímpicos. En ese orden quiero todo.
Antes de tomar esa decisión, entre sus planes también estuvo el atletismo ¿Qué hizo que se inclinara hacia la natación?
Moisés Fuentes, deportista de natación adaptada, estuvo pendiente de mí desde el primer día del accidente. Por eso, quise retribuir ese lindo gesto uniéndome a su equipo Colombia Sin Límites. Además, en cuanto al atletismo, primero estoy mirando si puedo tener la prótesis. Sería lindo intentarlo también.
¿Y el fútbol ya quedó de lado? Hay ejemplos como el de Jackson Follmann, arquero de Chapecoense, que atajó con prótesis
No, para nada. La página del fútbol no la he pasado. Cuando tenga una prótesis más avanzada que me permita entrar a una cancha y patear un balón, quisiera volver. Eso sí, no sería a nivel profesional como antes, sino más como un hobby. Igual tengo en mente ser una de las pioneras del fútbol paralímpico.
Hablando de fútbol, la Liga Femenina ha carecido de apoyo, situación similar se vive en el deporte paralímpico. Usted que ha estado en ambas orillas, ¿cómo ve el panorama?
Respecto al presente, me gustaría que hubiera más apoyo al deporte adaptado. Tengo compañeros con un talento impresionante, pero sin respaldo. De hecho, creo que esa falta de apoyo hace que más de uno desista. Lo mismo pasa en el fútbol femenino. Antes eran tres meses de torneo, ahora solo dos, hay menos equipos, todo se complica y más de uno decide dar un paso al costado.
¿Se ve en la parte dirigencial ya sea para impulsar el fútbol o el deporte adaptado?
Si, también. Mi exentrenador de arqueros me está ayudando y preparando para ello. Siempre me ha dicho que esa parte dirigencial es bonita y que con mi experiencia y liderazgo puedo hacer algo importante. Tampoco descarto trabajar como comentarista de fútbol es algo que incluso ya hago con un periodista. Seguiré preparándome.
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Ya que tocó el tema del “liderazgo”, quienes hablan de usted resaltan varias cualidades. Después del accidente, ¿qué valores descubrió y sumó a los que ya tenía?
Ahora soy una mujer más fuerte, como dice, echada pa’lante. No tengo límites por más adversidades que se me presenten. Siempre busco un motivo para continuar porque nada ni nadie me detiene.
En la otra cara de la moneda, ¿qué debilidades o miedos salieron a flote?
Uno de los miedos que creo que siempre tuve, pero que a raíz de lo que pasó se hizo notorio, era el “qué dirán”. Siempre fui extrovertida y alegre, no me importaba lo que dijeran los demás, pero ahora sí. Estoy superándolo, pero a veces pienso “¿qué dirán al verme así? ¿Tendrán lástima?” Lo estoy explorando internamente, gracias a Dios he ido mejorando en ese aspecto.
¿Alguna debilidad que convirtió en fortaleza?
Varias, pero hay una principal. Cuando me hacían gol, bajaba la cabeza y era débil mentalmente. En este momento, esa debilidad se convirtió en fortaleza y soy más fuerte. No me dejo afectar tan fácil.
¿Quién es su principal motivación en este momento?
Moisés (Fuentes). Siempre le digo que quiero ser como él y llegar así de lejos. Ver todo lo que hace en una silla de ruedas mientras entrena, la cantidad de medallas que ha ganado, lo que le ha dado al país, es de admirar. Además, es mi profesor. Me guía, orienta y enseña.
¿Qué le han dicho Moisés u otros deportistas paralímpicos para que brille en esta nueva etapa de vida?
Algo que me repiten mucho es que esto es de tiempo, paciencia, disciplina y entrenamiento. Ellos han ido a muchos países y me cuentan que la sensación de ganar una medalla y que lo arropen con la bandera de Colombia es único. Moisés me insiste en que seré su reemplazo. Habrá que ver, el tiempo lo dirá.
Infortunadamente, en el deporte adaptado es donde más falsas promesas se presentan ¿Ya fue víctima de alguna?
Sí. Me han prometido cosas que en el fondo sé que no me van a cumplir entonces prefiero no hacerme falsas esperanzas. En medio de esa falta de apoyo, uno ya reconoce cuándo es en serio y cuándo no. Cuando estaba en el fútbol, los logros que tuvimos como equipo fueron mérito nuestro y en la natación pasa lo mismo. Por eso, aprendí que depende de uno si se queda ahí o se levanta.
Esa última frase refleja una manera de ver la vida ¿Siempre fue así?
No. Tuve un cambio en general, partiendo del hecho de que mi día a día cambió. Antes solo entrenaba, estudiaba y me quedaba en la casa. Ahora, estudio, entreno, voy a la piscina, paso al gimnasio, leo un libro de conferencias. Tengo un entorno diferente. Luego de lo que pasó tengo claro que uno no debe aferrarse a lo material, sino preocuparse más por lo mental y personal.
También se ha enfocado en el coach deportivo. Con esas conferencia que ofrece, ¿siente una mayor responsabilidad al convertirse en ejemplo y estar bajo la lupa de periodistas, deportistas y más?
Muchísimo. Ahora tengo una responsabilidad no solo deportiva sino también personal. Tengo que ser más centrada y más cautelosa al momento de hablar y tomar decisiones. No es fácil, pero es un reto bonito.
Algunas personas que han padecido accidentes como el suyo, entre ellos deportistas, suelen crear escuelas, abrir fundaciones o similares, con el retribuirle a la vida por esa ‘segunda oportunidad’ ¿Lo ha pensado?
Claro. De hecho, en estos momentos, soy embajadora de una fundación de la clínica donde estuve. Es con niños de escasos recursos que tienen cáncer e incluso, a algunos de ellos les han amputado extremidades. Es una manera de agradecerle a la vida por esta nueva oportunidad que me dio. Quiero ayudarlos. Al estar así me he dado cuenta de que soy una privilegiada en tener tanto apoyo. Cuento con muletas, silla de ruedas, prótesis. Así que sueño con que todos ellos también reciban eso.
¿Cómo se ve haciendo historia y dejando huella en el país?
Creo que mi misión en el mundo es dejar un mensaje de aliento que fortalezca a las personas que, como yo, pasaron por un accidente similar. Vivir esto no es fácil. Diariamente me enfrento con diferentes situaciones. Sin embargo, siempre intento llevar una sonrisa en mi cara para demostrarle a las personas que de uno depende si se levanta o no. En cuanto a la parte deportiva, haré hasta lo imposible por traerle muchas medallas a Colombia. Por último, como persona, deseo con todas mis fuerzas retribuirle a las muchas personas que me han ayudado y apoyado. Los logros que consiga también serán de ellos.