“Los suramericanos tenemos garra y luchamos por nuestros sueños, pero falta apoyo en el deporte”, Pedro Burns

Encuentre a continuación la entrevista exclusiva con Pedro Burns para Publimetro Colombia y Metro World News.

¿Cómo y cuándo empezó esta pasión por el enduro y el downhill?

Diría que desde el nacimiento. Cuando era pequeño, me llamó la atención la motocicleta, los autos y todo lo que tuviera ruedas. Esa venita la tocó mi padre, porque él, en su juventud, compitió en motocrós. Al haberme criado en ese ambiente, quería andar en moto. En ese proceso, conozco la bicicleta y aunque empecé en otra modalidad, para mí siempre fue el mountain bike. Entré a carreras y desde entonces no me bajé de la bici nunca más. Luego, con el pasar de los años, apareció el enduro y ahí me metí de lleno. El enduro se parece mucho al downhill, entonces son disciplinas que se complementan y practico ambas. Todo eso me tiene aquí, en Bogotá, listo para competir Monserrate Cerro Abajo.

Además de ser la carrera de downhill urbano más larga del mundo, ¿qué otras referencias tiene de esta competencia, ya que será la primera vez que la disputará?

Me han dicho que es súper larga y mega exigente físicamente. Además, que es importante mantener la velocidad la mayor cantidad del trayecto. Pero, en especial, que si llueve, la bendición (risas). Me siento preparado. En el enduro, las carreras también son largas y físicas, así que estoy fuerte. Tengo altas expectativas. Obviamente, es mi primera vez, tengo poca trayectoria en descenso urbano y es algo nuevo, pero sé que esta experiencia me ayudará a crecer como piloto.

Cuando habla de expectativas, ¿con cuál resultado se sentiría satisfecho?

No me gusta hablar de resultados antes de la carrera, pero tengo claro que quiero ganar. Veremos cómo se dan las cosas. Igual, la experiencia es lo que más vale. Vengo a disfrutar la competencia y a conocer Bogotá. Ahora, comprometiéndome un poco, sueño con ganar la carrera o, por lo menos, quedar en el podio.

¿Siente presión por ser uno de los candidatos?

Siempre hay presión. Ya sea acá, en un Enduro World Series, en una Copa del Mundo de descenso, en una carrera en Chile, siempre hay presión y más cuando uno viene con auspicio de patrocinadores de peso como Trek Factory y RedBull. Son marcas que ayudan, pero que también pesan. Sin embargo, la experiencia enseña a manejar esa presión y a usarla a tu favor.

Volviendo al desarrollo de su carrera, ¿esperaba a tan corta edad (23 años) estar donde está?

Todo se fue dando. Desde pequeño le puse mucho corazón, me esforcé y me fue bien en las distintas categorías. En ese momento, me proyecté a futuro. Cuando chico decía que quería ser campeón nacional y ya lo logré tres veces. Estar donde estoy, hace que me dé cuenta de que he logrado muchos sueños y sueño con más. Me la estoy jugando y voy con toda.

¿Cuál es el objetivo a corto plazo?

Mi meta es mejorar, superarme y aprender. Quiero crecer como piloto, llegar lejos y ser campeón del mundo, eso me encantaría. Ahora, si no lo logro, no me frustro.

¿Cuál carrera sueña con disputar?

Como experiencia, quiero la Megavalanche. Es una carrera en una pista de nieve, con muchos corredores y donde todos van chocándose. Además, el descenso dura como media hora. Creo que se me daría bien porque me gustaría mucho correr codo a codo, en el enduro, cuando se baja, solo está uno, la bicicleta y la pista. También me gustaría organizar una carrera como esa en Chile. Tenemos la geografía y es una idea loca que tengo (risas).

Hablando de ideas locas, usted descendió de un volcán durante un eclipse solar, ¿cómo fue eso?

Uno está lleno de ideas locas, que son apoyadas por Redbull. Lo del eclipse nació porque supimos que iba a haber uno en el sur de Chile. En ese momento dije: ‘Quiero hacer un backflip en el momento exacto del eclipse total’ y así pasó. Fue algo nuevo, raro y mágico.

Y la idea loca que nombró de organizar una carrera, ¿por qué no se ha dado?

Es muy complejo. Hay que dedicarle mucha energía, en especial buscando el apoyo de distintas marcas para financiar el evento y desarrollarlo. Dedicarse al deporte requiere mucho. No solo es andar en bicicleta, también es entrenar bien, descansar bien, tener reuniones, tener conversaciones con patrocinadores, la alimentación, estar bien anímicamente, entre otros. En ese orden de ideas, hacer un espacio y organizar una carrera, cuesta.

Marcelo Gutiérrez es el mejor ciclista de downhill en Colombia, ¿ha tenido la oportunidad de compartir con él?

Marcelo es un referente. Estuve con él en Whistler y en Manizales. Es una caballero y un tremendo piloto. Tener a alguien como Marcelo, auspiciado por RedBull, corriendo con equipos internacionales y peleando en las mejores copas del mundo, es una realidad que a todos en Suramérica nos inspira.

Toco el tema de Marcelo porque, a propósito de la falta de apoyo que usted expresó, él afirmó que aunque ayudó a abrir puertas, en Suramérica estamos lejos del alto nivel por falta de apoyo, ¿qué opina de est0?

Comparto las palabras de Marcelo. Falta mucho. En Europa todo está más desarrollado. Nos llevan años luz de ventaja. Con decirle que los excampeones del mundo son quienes forman a las nuevas generaciones. En Suramérica falta apoyo y si bien tenemos una geografía increíble, no existe la facilidad de tener ese roce internacional tan importante. Como Marcelo, estoy apuntando a abrir un camino para demostrar que se puede. Los suramericanos tenemos el power y la garra para ir a cualquier lugar del mundo.

¿Nunca ha pensando en vincularse al mundo político o directivo para empujar más al enduro?

Sin duda lo he pensado. De hecho, sueño con abrir una escuela porque me encanta enseñar. Pasé por ahí, cuando niño veía a mis ídolos, aprendía de ellos y demás. Por eso, me siento identificado con la manera en la que los jóvenes ven y viven el ciclismo. Es algo que me gusta mucho, pero lo haré en otro momento de mi carrera. Ahora estoy enfocado en la competencia, en rendir y dar lo mejor de mí.

Teniendo en cuenta ese panorama poco alentador en cuanto al respaldo hacia el enduro, el downhill y demás disciplinas, ¿nunca pensó en abandonar esta profesión?

Jamás. Mi filosofía en la vida y en el deporte es que todo tiene que ser un equilibrio y siempre hay que luchar. Sin lugar a dudas soy un afortunado, pero también es gracias a mi esfuerzo. Siempre he sabido escuchar mis sentimientos y, para mí, la bicicleta es mi pasión. Soy feliz haciendo lo que me gusta. Los sacrificios han dado frutos.

¿Entonces se puede vivir de esto?

Se puede, pero cuesta. Hay que hacer sacrificios, ser disciplinado y saber moverse en el área deportiva y social. Tener patrocinadores es fundamental. Ahorita puedo decir que vivo de lo que amo porque me proyecté así desde pequeño. Sin embargo, no fue un camino sencillo. Además, porque existe una presión social de estudiar una carrera, tener un trabajo o elegir un camino más convencional. Fue difícil para mí porque me la jugué.