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- Temor | Con el “no” del Consejo de la FIFA, el futuro del fútbol femenino vuelve a caer en la incertidumbre. ¿Seguirá apoyando el Gobierno Nacional? ¿Los dirigentes por fin se comprometerán?
Estamos tristes. Colombia tenía la posibilidad de ser la sede del Mundial Femenino de mayores en 2023, pero será para otra ocasión. Más allá de la ilusión que invadió al país, a pesar de que somos conscientes de que no estamos preparado en muchas áreas para albergar dicha cita orbital, no pudo con la sólida candidatura conjunta de Australia y Nueva Zelanda, quienes se quedaron con la organización del campeonato.
Sin embargo, lejos de ser el final es el principio de un camino en el fútbol femenino nacional, aunque haya nubes en el horizonte. Sin la zanahoria del Mundial siendo perseguida, la realidad del fútbol femenino en el país se debate entre la tristeza, pero resiliencia de nuestras jugadoras, frente al desdén notorio de la dirigencia por organizar un campeonato serio, que para colmo, ya deja de ser de interés del Gobierno Nacional.
Ni bien Gianni Infantino anunció que perdimos, el Gobierno se comprometió a continuar defendiendo al fútbol femenino en nuestro país. “A pesar de que el Mundial Femenino de Fútbol no será en Colombia, seguiremos con Iván Duque empeñados en que el balompié femenino sea un deporte que promueva triunfos para la mujer colombiana. ¡Éxitos a Australia y Nueva Zelanda!”, aseguró la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez. No obstante, las protagonistas están prevenidas, confían aunque sienten temores de que este revés sumerja al fútbol femenino colombiano en el abandono.
El pedido de las jugadoras de la Selección ahora que perdimos la sede del Mundial
Un temor producto de falsas promesas
Con el corazón roto, las jugadoras de la Selección Colombia hablaron con PUBLIMETRO y pidieron que esta desilusión no impulse la desidia en la que ha vivido el fútbol colombiano. Ellas, optimistas como en la cancha, ven en el revés una oportunidad para poner la frente en alto.
“Hoy tenemos una oportunidad. Eso sí, la oportunidad no nos la dará el Mundial, nos la dará la capacidad de reconocer que el escenario no estaba listo y que tenemos que trabajar por él”, dice Manuela Acosta, algo que va muy de la mano de lo que dice la jugadora de Independiente Santa Fe, Gabriela Huertas. “Este obstáculo es para saber sobrellevar y enfocarnos mucho más en el fútbol femenino colombiano, estructurarlo de una mejor forma y que no sea algo que cada año se deba mirar cómo solucionarlo o conformar, sino que sea un proyecto a largo plazo”, manifiesta.
No obstante, algunas están hartas de que les vendan pescaditos de colores y aprovechan que a raíz del Mundial todas hablan de ellas para que en el futuro no les hagan conejo. “El temor principal es qué no quieran seguir apoyando nuestra liga profesional. Como se sabe, han reducido el tiempo de duración de la liga. Además, los contratos no están bien y muchos equipos no los tienen», manifiesta Sara Pulecio, quien ha representado a la selección nacional.
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Entre todos, el fútbol femenino en el país surgirá
Para todos los problemas, la solución es la unión de todos los entes. Aunque algunos en la dirigencia no lo quieren ver. Pese a eso, Natalia Gaitán, otra de las referentes tricolor, pide que entre todos tiremos para adelante. “Como jugadoras tenemos que trabajar juntos para que esto tenga una estructura seria y sólida y podamos hablar de evolución del fútbol femenino en nuestro país”, dijo la hoy jugadora del Valencia.
Todos quieren la unión, pero la misma no se consigue durmiéndose en los laureles. Manuela Acosta es una de las más activas en pro de un fútbol femenino en Colombia más justo e igualitario. Por eso, hace un llamado a la dirigencia que el rechazo de la FIFA le haga ver en qué hay que mejorar y hacerlo.
“Los invito a que sigan apoyando para que la realidad pueda cambiar. Hace un año estábamos sacando comunicados frente a las denuncias e irregularidades que había al interior de la Selección, hoy nos postulamos a un Mundial. Este no es un tema de cambio de infraestructura, también se requiere hacer un análisis de raíz y entender que las mujeres seguimos siendo vulnerables en esa balanza de la equidad”, dijo Acosta, de paso por el Inter de Milán y hoy en Santa Fe.
Se perdió una batalla, pero la verdadera guerra para posicionar al fútbol femenino en Colombia todavía continúa. Ellas están dispuestas a dar lucha, con su valentía como fusil, pero saben que solas no pueden. Que esos 13 votos que se sacaron en FIFA valgan la pena, ahora en nuestro país, donde está la realidad del fútbol femenino.