Iniciar una tertulia sobre fútbol con Juan Carlos Osorio es entrar en otra dimensión. Sí, es como cuando a un niño o a un fanático adulto de Star Wars le plantan la conversación sobre el Lado Oscuro y La Fuerza. Es simplemente tocar el sentido de la pasión de un hombre que decidió que su vida iba a ser una inmersión continua en las profundidades del balompié. No, no son solo 22 hombres detrás de un balón, es toda una teoría, un manual del competir, del ser superior al rival centímetro a centímetro de la grama del campo de juego.
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Osorio, nacido en Santa Rosa de Cabal (Risaralda), no es un hombre de tonos grises. Con él el asunto es de blancos y negros. Lo quieren o no. Pero algo es cierto, es un tipo que quiere y busca siempre la crítica estructurada, el argumento ante todo y, de cada charla, siempre busca llevarse una enseñanza.
La entrevista empieza, de inmediato el tema del fútbol hace que el profesor Juan Carlos Osorio pase a otro plano. Sus pupilas se dilatan, su léxico aumenta, su comunicación corporal crece, cita a literatos, cita a filósofos, cita a Bielsa, venera a Cruyff, el profe, literalmente, está en su ambiente, en su nicho. Y es así como escudriñé en sus secretos, en su libreta, esa que lo ha hecho popular por ser de los pocos directores técnicos en el mundo que todo lo anota. Y es así como descubre uno a un hombre al que la vida le gira alrededor de lo que es el juego, el balón y su mística.
Profesor Juan Carlos Osorio ¿Qué parte del escribir sus ideas es un legado de su padre?
Mi padre fue visitador médico casi por 30 años de una prestigiosa firma americana y recuerdo que era un hombre muy trabajador. Los lunes a las 5:30 de la mañana ya estaba con su traje, su corbata, bien afeitado, sus dos maletines y dispuesto a la labor. Recuerdo que todas las noches tenía que hacer informes de ventas de todo. Fue un hombre que se acostumbró a escribir básicamente el plan de cada día: Qué hacer, cosas para hacer, las responsabilidades y demás. Siempre me insistió bajo una frase muy de él: “Es mejor un lápiz corto que una memoria larga”. Desde niño aprendí que era mejor escribir para tener muy en cuenta las labores del siguiente día, y eso lo trasladé al fútbol. Me acuerdo que desde mi época de volante ocho en la selección Risaralda y en el Deportivo Pereira siempre escribía las tareas defensivas y ofensivas como llegar al área contraria, tratar de rematar, tratar de evitar la mayor cantidad de remates del rival, la distribución, los pases al frente, el promedio de cuántos pases al frente versus los pases hacia atrás o laterales.
Desde muy pequeño apuntaba todo y eso es algo que me acompañó por siempre, esa idea de poner por escrito, para siempre recordar y siempre tener más presente todo lo que debía hacer y en qué situación las debería hacer.
¿Cuándo, como director técnico, comenzó a usar su primera libreta en situaciones de un partido?
A nivel profesional recuerdo que fue en 2001, cuando me inicié como asistente en el fútbol profesional de primera división, porque venía trabajando en Estados Unidos, pero en segunda división. En 2001, cuando fui al MetroStars, hoy los Red Bulls de Nueva York, y que tuve la oportunidad de ser asistente, empecé a escribir profesionalmente. Cuando me tocó y la vida me premió trabajando para el Manchester City, aún en mis primeros tres años cuando era un segundo y un tercer asistente e iba a la tribuna, escribía todo y tenía la oportunidad de comunicarme con el técnico o con el mánager (porque hay que hacer la salvedad) a través de un intercomunicador y al entretiempo bajaba y podía explicar por medio de la libreta y de mis apuntes mis opiniones relevantes sobre ese partido; porque al final lo de la libreta es lo más importante en ese juego en particular, el de turno. Y ya en mi cuarto, quinto y sexto año como primer asistente del Manchester City lo hice todo el tiempo y básicamente lo elegí como la herramienta principal en mi trabajo.
¿Qué otro técnico ha visto usted que hace lo mismo, que utiliza la libreta en el partido como técnico en propiedad?
Que los vea yo con frecuencia hacerlo, pocos. ¿Que lo haya visto en algún momento? Brendan Rodgers, quien fue mánager de Liverpool y dirige al Leicester City, con quien tuve la fortuna de hacer mi curso licencia en Inglaterra en el año 2006, más o menos.
¿Por qué Osorio no le suelta la libreta al asistente? ¿Por qué no le hace los apuntes otra persona?
Bueno, veo que, en el caso de Brendan Rodgers, él muy rápido toma las notas y de hecho las compartíamos en la época del curso que tomamos juntos. A mí me parece que a través de los años he desarrollado mi manera propia y personal de tomar apuntes y los tomo rápido. De hecho, no recuerdo haberme perdido un gol o una situación importante.
Por ejemplo, cuando sucede la situación de juego, lo primero que miro es el tiempo y la tengo en mi cabeza hasta que la pelota se va por fuera, y en el momento en que sale o hay alguna oportunidad inmediatamente lo escribo, y lo escribo muy rápido porque no son oraciones enteras, son siglas, signos.
*Espere próximamente la segunda entrega de esta entrevista.