La independencia de los escarabajos. Para los colombianos que compiten en el Tour de Francia la etapa del 20 de julio siempre es especial. Son varios los días en que los nuestros se han lucido y en este día no podía ser la excepción.
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Fue una etapa corta en cuanto a los kilómetros recorridos, pero con dos puertos de montaña muy duros. Sobre todo, el ascenso al Tourmalet, con rampas superiores al 10%.
No obstante, pese a la inclemencia de la montaña, los ataques se hicieron desear. Ha sido un Tour para la especulación, pero hoy estaban obligados a aparecer varios, a falta de 10 kilómetros.
El pelotón comenzó a carburar con más revoluciones. Ese ritmo lo sintió Nairo Quintana, quien se fue quedando y despegando del grupo líder. Las esperanzas se depositaron en Rigoberto Urán y Egan Bernal.
A falta de siete kilómetros se le vio debilidad al líder Julian Alaphilippe. Allí, otros de los favoritos olfatearon sangre e impusieron un ritmo más constante. Se esperaba ver quién daría el zarpazo, pero nadie se animaba.
Mientras los ataques no aparecían, la carrera se hizo por supervivencia. Geraint Thomas mostraba debilidad, pero nadie aprovechaba esos momentos. Aún así, el campeón defensor se fue quedando.
Solo cinco resistieron en monte Tourmalet, entre ellos Julian Alaphilippe, contra todos los pronósticos. El ganador fue Thibaut Pinot, seguido por el líder general. Junto a ellos, Egan Bernal ingresó en quinta posición y se mantiene expectante de cara a otra etapa dura, la de este domingo en despedida a los Pirineos.