Los ojos del mundo mirando a Belo Horizonte. Una ciudad de subidas y bajadas; de casas pequeñas y humildes; acogedora, pujante, pero poco ostentosa. Sin embargo, no es a sus habitantes lo que las miradas buscaban en la noche del martes. Todas las direcciones, todas, apuntaban a un solo monumento colosal, el estadio Mineirão. (Encuentre más abajo el Video de los goles de Brasil VS Argentina Copa América 2019)
PUBLICIDAD
La opulencia del escenario deportivo de quienes viven en la capital de Mina Gerais no condice con su tranquila forma de vivir. En cambio, para la magnitud del partido que recibió incluso se queda pequeño. Fueron 64.000 almas las privilegiadas de observar el clásico del fútbol mundial entre Brasil y Argentina, pero si Mineirão albergara millones, tampoco hubiera dado abasto.
Es uno de los templos del fútbol brasileño y por eso es inconcebible para los locales su profanación. Sin embargo, ahí tienen el recuerdo más doloroso de la historia moderna brasileña. Duele tanto que hizo opacar aquel Maracanazo de 1950 en blanco y negro. En la época digital, con transmisiones HD, el 7-1 que Alemania le propinó a la ‘Verdeamarelha’ en 2014 es la herida más profunda que puede haber y fue en Belo Horizonte.
Un recuerdo que mata y a la vez le da vida a una Argentina que llegó a semifinales aferrándose a cualquier superstición para emparejar las cargas. En el papel y en lo transcurrido de la Copa, Brasil se mostró muy superior en el campo, aún sin contar con su gran figura Neymar. No obstante, un clásico equipara las cargas y más si en el plantel está Leo Messi, uno de los dioses instalados en el olimpo del fútbol.
Condimentos de un partido inigualable. Con pica en el ambiente. Con odio entre tropicales y gauchos, por fortuna bien entendido desde la armonía antes de que rodara el balón. Una vez eso sucedió, durante más de dos horas la enemistad eterna se reabrió, escribiendo un capítulo más de una disputa que nunca morirá.
Orgullo y prejuicio
Rodó el balón y Argentina sabía que era la víctima en la caldera del Mineirao. Pocos le daban oportunidades, salvo el amor propio de cada uno de sus jugadores. Así salieron a emparejar el trámite, impidiendo que Brasil tuviera un juego fluido.
La pierna fuerte fue la protagonista de los primeros minutos, impidiendo que los futbolistas habilidosos de uno u otro equipo tuvieran preponderancia. Apenas se revelaban Philippe Coutinho por Brasil y Leandro Paredes por Argentina, pero con muy poco.
PUBLICIDAD
En los primeros minutos fue un partido para el carácter. Y si de temperamento se habla, el capitán verdeamarelho, Daniel Alves, lo tiene. Con su actitud fue contagiando a sus compañeros, al punto de no perder el pulso violento que propuso Argentina. En medio de la lucha, una jugada combinó garra con fantasía y así nació el primer gol.
Nació en los pies de Coutinho. El volante del Barcelona hizo un túnel, pero luego fue interceptado. El balón voló y buscó a Alves, quien repentizó un sobrero al rival para clarificar la jugada por derecha. Luego fue cuestión de que Roberto Firmino asistiera con precisión a Gabriel Jesús para el 1-0 de Brasil.
La única gota de calidad en un partido con dientes apretados terminó en gol. Sin embargo, no parecía haber una superioridad marcada de Brasil, menos cuando en cancha apareció Messi. Marcado, incómodo y en un campo de juego regular, Leo mostro orgullo para en un par de jugadas llevar peligro al arco de Alisson. Pero el palo y la mala definición de sus compañeros jugó en contra de los intereses gauchos.
Final del primer tiempo con un Brasil triunfante, pero solo desde el marcador. Las ganas albicelestes emparejaron un trámite que pasó de apocalíptico a esperanzador para Argentina en apenas 45 minutos.
Cazafantasmas
El nerviosismo del primer tiempo se trasladó al segundo. El terror estaba para ambos. Brasil sabía que pese al apoyo multitudinario, no había hecho una buena primera mitad. Por su parte, Argentina había estado a la altura en la parte inicial, pero el demonio de veranos pasados comenzaba a sobrevolar la cabeza de Messi y compañía. La mochila de 26 años sin alzar un título es muy pesada.
Tité no comió vidrio e hizo un ajuste. Adentro Willian, afuera Everton, quien si de fantasmas hablamos, no apareció en la semifinal ni para espantar. El ajuste surtió efecto, pero después de que un héroe inesperado le devolviera el espíritu a Brasil: Alisson Becker.
El portero vive semanas inmaculadas. Campeón de Europa con el Liverpool y sin un gol en contra hasta acá entonces en la Copa, volvió a demostrar su valía. Esta vez le ahogó el grito de gol a Messi en dos oportunidades, tranquilizando el ambiente en Belo Horizonte, donde había aroma de prórroga.
Un tímido Brasil apostó por la contra y en el momento de menor merecimiento, la estrategia funcionó. Carrera de Gabriel Jesús, ahora por izquierda con la entrada de Willian, desconcentración de Juan Foyth y asistencia para que Roberto Firmino solo tuviera que empujarla. Brasil exorcizó el fantasma del Mineirao y saboreaba llegar a Maracaná victorioso.
Argentina siguió yendo. Sin mucha idea, con más vergüenza que otra cosa, la Albiceleste vendió cara su eliminación en una Copa América que lo tuvo para mucho menos desde entrada. No obstante, su legado sigue intacto y dándole más vidas de las que merece como para estar presente en grandes citas.
Sigue Brasil adelante. Una selección a la que no le sobra nada, pero que no suele dejar escapar trofeos en casa. Le pasó hace cinco años y todavía duele. Ahora, con orden, trabajo, carácter en algunas de sus piezas y una gente que de a poco vuelve a creer, está a un paso de echarse al bolsillo otra copa, su Copa.
Video de los goles de Brasil VS Argentina Copa América 2019
https://twitter.com/DC4_TCS/status/1146219892007428096
https://twitter.com/DC4_TCS/status/1146237567395946496
MÁS NOTICIAS DEL DEPORTE, AQUÍ.
También le puede interesar: