Una de las decisiones que más revuelo causó fue la elección de la sede para esta serie y no era para menos. Si bien se lucieron con la construcción de la cancha en el Palacio de los Deportes, de hecho no existe queja alguna por parte de ninguno de los equipos, la altura era un factor a tener en cuenta. Y es que, la localía es una ventaja que se debe aprovechar al máximo.
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Las especulaciones en torno a dicho tema se apoderaron de los análisis del enfrentamiento entre Colombia y Suecia. Teniendo en cuenta que la mayoría de los tenistas realizan su temporada en condiciones totalmente opuestas a las que ofrece Bogotá, lo que era un diferencial a favor, terminó siendo una situación equitativa. Eso sí, Robert Farah aclaró que “la preparación se mantiene, se entrenan las mismas horas y lo único que se modifica es la tensión de la raqueta para un mejor impacto”.
Asimismo, Juan Sebastián Cabal, otro de los referentes de la escuadra cafetera, afirmó que haber disputado varias Copas Davis bajo esas características los beneficia. Además, concluyó que la razón principal por la que escogieron a Bogotá como sede es porque los suecos, a diferencia de ellos, vivirán su primera experiencia en tales condiciones.
Es así como solo resta aguardar por el inicio de esta importante llave, donde Colombia se jugará el ingreso al Grupo Mundial de la Copa Davis. De conseguirlo, escribirán su nombre en las páginas doradas del tenis, ya que nunca en la historia se ha logrado. Para ello, no solo apelarán a su talento y amor por el país, sino también a una pequeña ayuda: la altura.
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