¡Qué lindo es el fútbol de selecciones! Ver a los jugadores defender la camiseta nacional; ganarse en noventa minutos la gloria eterna, y quedar en las páginas doradas del país.
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Sin embargo, por ridículo que suene, para algunos las fechas FIFA y los torneos de selecciones nacionales son una piedra en el zapato. Es el caso exacto de los clubes más poderosos de Europa, quienes aprovecharon la fecha FIFA para reunirse y maquinar un plan en contra de los seleccionados y el calendario internacional.
Presidido por Andrea Agnelli, cabeza de la Juventus, la Asociación de Clubes de Europa (ECA por sus siglas en inglés) lanzó una serie de demandas para el fútbol que ellos consideran debe venir. El primero de ellos es una tercera competencia de clubes, alterna a la Champions y a la Europa League. Ese certamen se pondrá en marcha desde la temporada 2021-2022, aumentando los clubes participantes de 32 a 96 en el Viejo Continente.
“A la espera de la aprobación de la UEFA, se ha dado la “luz verde” para presentar una tercera competencia, con lo que el número total de clubes será de 96, a partir de la temporada 2021/22”.
Dicho anuncio no afectará a las selecciones, pero sí la revisión del calendario internacional que pretende la ECA a partir del 2024. De acá a ese año el cronograma FIFA no se modificará, con una violenta reestructuración para los años 2021 y 2022 por motivo del campeonato mundial de Catar 2022, que se desarrollará entre noviembres y diciembre, durante el invierno asiático y europeo.
La revolución del calendario por culpa del Mundial no gustó para nada en la ECA. Sin embargo, la FIFA impuso su idea de no jugar en junio y julio por culpa de las altas temperaturas, generando resquemor. Los clubes acataron bajo protesta, pero no olvidaron.
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¿Qué proponen?
Agnelli no quiso revelar de manera oficial los planes de la ECA, pero sí avisó que el calendario debe modernizarse.
“Desde hoy hasta 2024, cuando un nuevo calendario internacional definirá el panorama del fútbol, nuestro deporte evolucionará de muchas maneras. Los clubes tendrán que jugar un papel clave en la compilación del calendario internacional porque somos los únicos que asumimos riesgos de los deportes y los negocios”, aseguró el presidente de la ECA.
Para los clubes, las fechas FIFA de amistosos atentan contra los clubes, quienes son los que ponen el dinero. Sobre todo, aquellos jugadores que cruzan el océano para jugar en América, o los que viajan al lejano oriente. Siendo los que pagan los salarios, la ECA exigirá que no se jueguen amistosos por fuera de Europa, o en su defecto solo se dispute uno en vez de los dos que en el momento se están desarrollando.
Además, pretenden mayor ‘tajada’ por las cesiones de los jugadores a las competencias regionales, como Copa de Asia, Copa Africana de Naciones, Copa América, entre otras, así como la Copa Mundial de la FIFA, que cada edición recauda más dinero.
La punta del iceberg
Sin embargo, el plan de limitar a las selecciones es solo el comienzo de un plan de independencia de los clubes con respecto a las confederaciones. La intención de los clubes más poderosos de Europa es hacer una competencia cerrada a nivel continental, donde solo jueguen los más ricos el fin de semana.
Es decir, una liga similar a la NBA, NFL, y otras en diferentes países, donde solo jueguen equipos rentables en lo económico y lo popular. Varios de los clubes más poderosos del continente apoyan la idea, entre ellos los italianos (Juventus, Inter, Milan), alemanes (Bayern Múnich) y los españoles (Real Madrid, Barcelona).
Sin embargo, por el momento la propuesta no convence a los clubes ingleses. La Premier League duplica y hasta triplica a las otras ligas en recaudo televisivo, la esencia real del ‘motín’. De hecho, para los equipos británicos da más rédito ganar el campeonato local que la Champions.
Por esta razón, además de conservar la tradición en el país donde nació el fútbol moderno, la mayoría de los clubes ingleses no se adhieren a la movida europea.
A la expectativa se encuentran empresas chinos y estadounidenses, quienes ofrecen la organización de una liga europea, con miles de millones de euros en juego. Lo único que piden a los clubes es la enmancipación de la UEFA y la FIFA, algo que avanza aunque los entes hagan lo imposible para impedirlo.