Kickoff. Rusia abrió su Mundial con las dudas de ser un equipo menor, pero con la obligación de tener que ganarle a Arabia Saudita, adversario inferior. Había que ver cómo afrontaría la presión de ser local, con más de 80.000 personas observando su actuación.
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Los anfitriones se la bancaron. Como en pocas ocasiones, salieron con hambre y ganas de demostrar que tienen cómo ser protagonistas en su feudo. En pocos minutos, impusieron supremacía y sometieron a los árabes.
Solo faltaba el gol y no se demoró en llegar. A los 12 minutos, un tiro de esquina propició un segundo centro de Aleksandr Golovin, que entrando por el segundo palo conectó Yuri Gazinskiy. Ventaja merecida para los rusos, que eran superiores.
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Lejos de una reacción de Arabia, Rusia continuó dominando. Al minuto 22, pudo caer el segundo gol en un contragolpe, pero Alan Dzagoev se lesionó cuando llevaba la pelota. Infortunio que hizo que entrara Denis Cheryshev al terreno de juego.
Unas son de arena y otras de cal. El recién ingresado no se imaginó tener tanta cámara pocos minutos después, cuando una jugada individual recompuso un mal ataque, para fusilar al portero al portero musulmán Al-Muaiouf. Dos arribas los locales y tranquilidad en el Luzhniki.
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El segundo tiempo fue de control. Para lograrlo, fue clave la actuación de Aleksandr Golovin, la figura del encuentro. El volante destiló talento y de a poco se hizo el patrón del partido, con dos asistencias para las anotaciones.
La segunda fue para el tercer gol, conseguido por Artem Dzyuba. El grandote martilló de cabeza en el área chica, tras el exquisito pase de Golovin.
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Cheryshev estaba en su jornada. Su calidad volvió a exhibirse en el minuto 90, cuando con el borde externo metió uno de los mejores goles que se verá en el Mundial.
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El paseo por Moscú no culminaba. Aleksandr Golovin se guardó lo mejor para el final y de tiro libre puso otro golazo. Tarde de golazos en el Luzhniki.
Rusia anota otro gol contra Arabia. Asi reacciona Vladímir Putin #Rusia2018 Termina partido 5-0 pic.twitter.com/hoKgNauB3o
— RegeneraciónMx (@RegeneracionMx) June 14, 2018
Rusia no fue una sinfonía soviética, pero ganó con holgura y mérito. Sabe que las dos pruebas de fuego serán en las próximas jornadas, cuando Egipto y Uruguay midan as posibilidades del anfitrión y comprueben si la actuación en Moscú fue una realidad, o solo un oasis en el flojo momento que viven.