Maracaná enmudecido. No como en 1950, cuando la gesta de Uruguay dejó en silencio a más de 200.000 almas. No, esta vez no había público que apoyara a la selección brasileña, o en este caso al ‘Mengao’.
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Flamengo es el equipo más popular de Brasil. Pero, en esta ocasión jugaba a puertas cerradas frente a un Independiente Santa Fe necesitado de moral y de buenos resultados. La presión para los cardenales no provino desde las tribunas vacías, sino desde el flojo presente que lo tiene sin entrenador principal.
Agustín Julio tomó el fierro caliente de hacerse cargo del ‘Expreso rojo’, tras la salida de Gregorio Pérez. Con apenas tres días de gestión, el entrenador interino puso el mejor equipo posible en cancha, pero en el primer tiempo sufrió más de la cuenta para contener a los locales, en Río de Janeiro.
Con un equipo ágil por los costados, Flamengo se arrimó y puso en aprietos en varias ocasiones a Robinson Zapata. El guardameta no pudo hacer mucho al minuto 8, en el que Henrique Dourado aprovechó su duda y cabeceó anticipándolo, anotando el primer tanto.
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Los minutos posteriores fueron los peores para Santa Fe. Los cariocas originaron varias ocasiones de gol, pero le erraron al arco cardenal. Tantos yerros no los iba a perdonar Wilson Morelo, quien a la media hora del partido empató el juego, en la primera clara santafereña.
Wilson Morelo deixou tudo igual no Maracanã!
🇧🇷 Flamengo 1×1 Independiente Santa Fe 🇨🇴 https://t.co/8EL9l79LYS
— Guia do Futebol 😷 (@OGuiadoFutebol) April 19, 2018
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Sin pasarla bien, los capitalinos se llevaron un buen botín al descanso. Restaban 45 minutos de resistencia y sufrimiento.
Sí el sufrimiento estaba incluido, ¿por qué no intentar pegarle un susto a Flamengo? La actitud de los leones en la etapa complementaria fue distinta y asumió el protagonismo del juego.
Anderson Plata desbordó por derecha cada vez que quiso, desnudando las falencias defensivas del equipo rojinegro. El brasileño en Río parecía el extremo colombiano. No obstante, faltaba lo que muchas veces a Santa Fe: eficacia.
El físico fue mermando en las piernas cardenales, reduciendo el ímpetu con el que el ‘León’ afrontó la parte complementaria. Ante el cansancio visitante, Flamengo tomó un segundo aire y hubo temblor en el área capitalina.
Zapata mostró de nuevo dudas, pero también fue héroe cuando se le necesitó. El portero atajó una pelota que rescató el empate santafereño, sacando un punto de oro de Maracaná.
Cierto, Santa Fe no ha ganado en fase de grupos, pero tampoco perdió. Las posibilidades están intactas y los leones se debaten entre ser héroes o villanos. En la noche carioca fueron héroes, del silencio.