Poco a poco el parkour toma fuerza en el mundo. Razón por la cual, en los próximos días, Colombia se engalanará con la presencia de Sébastien Foucan, hombre creador del parkour o, como lo denominan ahora, free runing. Por eso, con el fin de conocer un poco más del tema, PUBLIMETRO entrevistó a Sebastián Ruíz, quien explicó diversos detalles sobre este deporte que da saltos de gigante y se abre espacio entre los demás.
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Usted conoce el parkour, comienza a practicarlo, pero ¿cuál fue el punto bisagra para que comenzara a tomarlo como un estilo de vida?
“Fue cuando empecé a entrenar en el 2009 cuando leí su historia y me di cuenta de que habían adaptado cosas de Bruce Lee, del Jeet Kune Do y de las artes marciales. Como artista marcial, ese ha sido mi camino de vida. Ahí decidí seguirlo porque vi que no solamente era una actividad de saltar, de moverse en la ciudad, el cual la persona no entrenada lo ve como un deporte extremo, para mí fue verlo como otro camino paralelo al de las artes marciales. Así como existen las artes marciales, existen las artes de desplazamiento. Entonces ahí lo tome como parte de mi estilo de vida”
¿Cómo convencer o vender el parkour a los demás? No es un secreto que las personas prefieren otros deportes populares como el fútbol
“Este es un país muy futbolero y es un país donde la industria del fitness está tomando mucha más fuerza. Por eso, saber venderlo y convencer a la gente ha sido una tarea de ensayo y error. Es un laboratorio. Porque si la gente se guía por lo que ve en YouTube, ahí ven el resultado de años de entrenamiento, pero esta gente empezó en lo básico, moviéndose de formas básicas. El parkour es el entrenamiento original y el verdadero entrenamiento funcional porque todo ser humano comienza a ejercitarse desde muy pequeño. El parkour lleva en el mundo 170 mil años, desde que el hombre está acá. Ahora, la forma en que convenzo y vendo, no la voy a revelar porque eso es secreto de mi empresa y academia, pero es antes de decirle a la gente que está haciendo parkour, hacerles una psicoeducación. Demostrarles que para entrenarse no necesitan de un gimnasio ni máquinas pesadas ni equipos costosos porque ya tienen la máquina más importante que es su cuerpo. Entonces parte de mi visión como empresa y lo que quiero lograr con el parkour es un mundo más saludable a través del movimiento y que la gente se de cuenta que parkour es incluso escoger las escaleras por encima del ascensor”
¿Qué hace falta para ubicar al parkour a la altura de los otros deportes?
“Culturizar a la gente, enseñarles que la ciudad no presenta restricciones ni obstáculos sino que en realidad les está presentando una opción para moverse, divertirse, explorar su entorno. Que un bolardo no es solamente un bolardo sino que puede ser algo con lo que practiques equilibrio y saltos de precisión. Que un muro es algo con lo que se puede trabajar escaladas, pasadas, fuerza, flexibilidad. Eso es una tarea que estamos haciendo actualmente, de organizarnos todos los grupos de parkour en Colombia, de la mano con los institutos para que nos den aval como deporte. Para eso debemos primero que todo asociarnos y formar una agrupación de todos nosotros”
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¿Qué tanto influirá la visita de un referente como Sébastien Foucan?
“La visita de Sébastien a nivel internacional y nacional es súper importante. Él viene con un mensaje de unir a la comunidad parkour por lo que está sucediendo a nivel internacional con la federación internacional de gimnasia y todo este tema que quieren apoderarse del parkour para crear una nueva disciplina en la gimnasia para los juegos olímpicos. A nivel nacional, Sébastien quiere que las comunidades se unan para que se ayude a la formación de entes reguladores de parkour en cada país y podamos llegar a esa asociación o federación mundial del parkour, donde se llegue a un consenso con lo que se quiere de la disciplina. El parkour lleva 30 años en el mundo y hasta ahora se está haciendo un serio intento de unificarlo. Entonces la venida de Sébastien es también para demostrarle a entes como el IDRD y secretarías del deporte que hay personas serias en el parkour, que nos tomamos esto muy en serio y que queremos su apoyo porque esto es una disciplina que tiene el potencial de llegarle a muchas personas. El parkour como arte no competitivo puede tener un impacto en políticas de salud pública increíble porque infortunadamente el deporte de alto rendimiento no es salud y el parkour no es un deporte de alto rendimiento en el sentido tradicional. El alto rendimiento del parkour no es ganarse medallas ni lograr ser deportista hasta los 30-35 años como en los deportes tradicionales. El alto rendimiento en parkour es que uno rinda en lo que eso significa en realidad de aquí hasta que se muera. Como los fundadores. Tiene 45 años el más viejo y sigue haciendo parkour y están súper saludables”
¿Es muy difícil practicar parkour en Bogotá? ¿La ciudad sí cuenta con la infraestructura, elementos y ambientes propicios para su práctica?
“El parkour no es difícil practicarlo, es difícil mantenerse en camino como todo en la vida. La ciudad se presta para todo y la ventaja del parkour es que se puede practicar en cualquier entorno. Ya sea rural o urbano. Más que todo fue una forma cultural que se dio en Francia, en los suburbios, donde existió una arquitectura que permitió que esto se creara porque era una arquitectura como un laberinto, pero todas las ciudades sirven, todas las ciudades presentan sus propios retos, su propia arquitectura, su propia forma de involucrarse con ella. Practicar parkour en Bogotá es fácil y los espacios los hay. Es solamente asomarse a la ventana y ver que hay un muro, una baranda y un bolardo alrededor. El único problema es que como se usan las fachadas de los edificios y eso es propiedad privada entonces la gente y los celadores a veces se molestan. Así que también hay que tener un tema de respeto. Con el tiempo que la gente se acostumbre a verlo a uno y se den cuenta de que uno en realidad no está haciendo nada malo. También es una cuestión de tener cuidado. Los practicantes de parkour somos artistas y nuestro lienzo con el cual pintamos con nuestros movimientos es la ciudad. Si algo se daña es como si el lienzo se rasgara. Por eso no somos un deporte extremo, somos una actividad de riesgo controlado porque si vemos que un ladrillo está flojo o un muro está dañado, mejor no usarlo. Hay más opciones”
¿Han contactado a la Alcaldía o alguna entidad gubernamental para impulsar el parkour o solo se están apoyando en medios de difusión y derivados?
“Sí se han contactado a entes gubernamentales. También ha habido buena disposición de ellos como el IDRD. Hace unos años tenían una rama llamada el DUNT (Deportes Urbanos y Nuevas Tendencias), donde estamos trabajando de la llave con ellos para organizar el parkour. En otras ciudades cuentan con el apoyo de las secretarías del deporte que también han ayudado a impulsar estas nuevas disciplinas deportivas. Pero digamos que su apoyo fue, aquí en Bogotá, en el Festival de verano, y hasta ahora se está sintiendo ese apoyo a estas disciplinas y esperamos que siga siendo así. No solo depende de ellos, también de la disposición de la comunidad porque si no están dispuestos a ayudar, va a ser muy complicado”
¿Existe alguna actividad que haga frente al parkour o el parkour tiene algunas ramas?
“No existe una actividad como tal que le haga frente. El parkour tiene tres nombres distintos que es una diferencia o un motivo de confusión que muchos tienen. Originalmente lo llamaban el arte del desplazamiento. Luego por la separación de uno de los miembros fundadores, queriendo diferenciarse de sus compañeros, le puso parkour’, palabra que existe en francés y que traduce recorrido, pero se escribe con ‘c’ no con ‘k’ entonces un amigo de esta persona que se retira le dice que lo escriba con ‘k’ para que se vea más urbano. Más adelante, precisamente, Sébastien Foucan cuando está grabando el documental ‘Jump London’ con la BBC, le piden que busque un término que traduzca la esencia de lo que es el parkour y se les ocurre el free running. Hay gente que ve esto como tres ramas distintas. Desde mi perspectiva son simplemente tres nombres a una misma idea, disciplina y concepto, el cual es desplazarte sobre tu entorno utilizando lo que te encuentras de una forma ágil, rápida, segura y creativa, usando tu cuerpo como herramienta”
Una vez la persona decide practicar este deporte, ¿cómo mantener en ella esa motivación? ¿Cómo hacer para que no desista y cada día se enamore más del parkour?
“De por sí que una persona inicie es un gran salto. Es alguien que le está apostando a salirse de su zona confort. Muchos quieren cambios. Algunos se estancan en sus resultados físicos, mentales y emocionales porque sigue haciendo lo mismo y cuando se le da la oportunidad de hacer algo distinto, se trancan en ello o porque lo ven un poco difícil, desisten. Pero precisamente ahí está el sabor de esto. El parkour por difícil que parezca, cuando logras desbloquear un salto, la satisfacción que tienes es inmensa. A medida que te enfrentas a más desafíos, tu autoestima, autoconcepto, seguridad, confianza y autoeficacia aumentan porque cada vez te demuestras que estás logrando cosas complicadas. Por eso, para que la persona se mantenga debe tener un muy buen maestro. También tiene que aprender a manejar ciertas cargas, es decir, ponerles cosas difíciles pero no tan difíciles que desmotive. Hay gente que no tiene fortaleza mental y la idea es desarrollársela”
¿Qué quiere lograr con el parkour? ¿Cuál es su verdadero sueño?
“Mi sueño con el parkour es que la gente se de cuenta de que uno no deja de jugar por volverse viejo sino que se vuelve viejo porque dejó de jugar, que uno puede envejecer pero el espíritu se mantiene joven en la medida en la que esté moviéndose, que no hay necesidad de pagar equipos costosos para poder entretenerse y estar saludable. Mi sueño con el parkour es que la gente lo vea como un camino de autodescubrimiento, el cual dura años. Este no es solo un camino para enfrentar miedos y superar retos sino para conocerse a sí mismos, donde van a encontrar respuestas a sus vidas, preocupaciones y problemas. Mi sueño es que el parkour se enseñe en los colegios, donde la gente sea verdaderamente hábil y no solo sepan lanzar y patear un balón, que antes de manejar objetos, aprendan a manejar su cuerpo. Y finalmente, formar mi propia academia, donde pueda enseñarlo de una manera formal”
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