1- Exceso de ambición
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El que mucho abarca, poco aprieta; eso lo entendió Junior este semestre. El equipo currambero se ilusionó con la ‘triple corona’, apostando fuerte por la Copa Sudamericana, Liga y Copa Águila.
Sin embargo, dicha utopía no la consiguió ningún equipo por ahora en el continente y los tiburones no fueron la excepción a esa regla. Al comienzo, la proeza pareció alcanzable, cuando el equipo de Comesaña consiguió el título de Copa ante el DIM.
En tres días, el sueño rojiblanco se hizo trizas a manos del Flamengo brasileño y América de Cali.
2- Falta de gol
Junior armó un equipazo, que además jugaba lindo. El ‘Cha-Teo’ se hizo popular y jugadores como Jarlan Barrera, Luis Díaz y Víctor Cantillo se hicieron hombres, destacándose partido a partido.
No obstante, el gran problema de un equipo que combinó la seriedad con la estética fue la falta de gol. Teófilo Gutiérrez llegó como un ídolo prometiendo goles, pero lo cierto es que hace rato dejó de ser garantía de ello.
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Teo brindó liderazgo, glamour, sentido de pertenencia, pero no goles por montones. El equipo de la Arenosa fue por lejos el equipo que más ocasiones de gol convirtió por partido, pero no todo lo transformó en anotación.
Junior terminó siendo el más goleador del campeonato, pero créalo o no, fue más lo que erró que lo que convirtió.
3- Cansancio
Afrontar las tres competencias resultó imposible para Junior de Barranquilla. Al final del semestre, los rojiblancos debieron optar por rotar la nómina en demasía y eso lo pagó caro.
Aunque el equipo B demostró estar a la altura de los acontecimientos, derrotas contra Patriotas y Cortuluá encendieron la alarma. Comesaña se la jugó por la Copa Sudamericana y no pudo poner su equipo elite en Cali, lo que dejó la llave abierta.
Para colmo, la eliminación ante Flamengo quedó muy encima del partido revancha ante América y en el segundo tiempo el equipo barranquillero no estuvo fresco.
4- Problemas internos
Sin entrar a hablar de los affaires que se rumoran en el interior del plantel rojiblanco, es un secreto a voces las grietas en algunos jugadores de los más importantes.
De cara al futuro, Comesaña deberá depurar el plantel y armar un equipo que encuentre la armonía que supo tener a inicio de semestre. Limar las asperezas no será nada fácil.
5- Calendario malévolo
Al cansancio y la ambición rojiblanca se le sumó un calendario cargado en el remate. Junior no tuvo semanas completas para trabajar, por la saturación de fechas que vive el FPC.
El paro de Avianca también apiñó un almanaque que no le dio respiro ni en fechas FIFA y eso lo terminó pagando.