Las utópicas cuentas del Cúcuta Deportivo para ascender a primera división

La temporada del Cúcuta Deportivo todavía no terminó. Aunque su eliminación a manos de Leones de Itagüí se puede considerar un fracaso, las matemáticas le dan una posibilidad aritmética de disputar el repechaje por el segundo ascenso a la primera división del fútbol colombiano.

Esta oportunidad se da porque en estos momentos los motilones son líderes de la reclasificación del torneo de la B. Cúcuta acumuló 66 unidades, al igual que Deportivo Pereira y Deportes Quindío. Leones, por su parte, también tiene 66 unidades pero todavía sigue en competencia.

Lo que complica al Cúcuta son los 64 puntos de Llaneros, el otro finalista del segundo semestre. Ante este panorama y con la final por disputarse, los norsantandereanos no tienen oportunidad de quedar como líderes de esta tabla al término de los dos partidos decisivos.

¿Entonces, cómo asciende? Como el segundo mejor de la clasificación anual, Cúcuta podría verse las caras en el repechaje contra Boyacá Chicó, campeón del primer semestre.

Para lograrlo, debe esperar que Leones o Llaneros ganen todo lo que les queda. El campeón deberá vencer al otro en sendos partidos, con el fin de garantizar la segunda posición de Cúcuta en la reclasificación. Si reparten victorias, los motilones quedarán sin oportunidad alguna.

Por otro lado, si los dos partidos finales acaban en empate, forzando la tanda de penales, el campeón deberá ser Leones de Itaguí, porque de serlo Llaneros, Cúcuta descenderá al tercer puesto de la tabla anual.

Sumada a estas condiciones, tanto Leones como Llaneros tendrán que salir campeones en la finalísima ante Boyacá Chicó, a pesar de asegurarse el ascenso como líderes de la reclasificación, sin importar lo que suceda.

Es decir, el que ascienda de Leones y Llaneros deberá tomar motivaciones para ganarle al Boyacá Chicó. Si esto sucede, los ajedrezados estarán obligados a batirse contra los de Norte de Santander por el segundo cupo a la A.

Aunque las opciones son casi nulas, mientras haya esperanza en Cúcuta sueñan conque en 2018 se dispute fútbol profesional en la ciudad fronteriza y volver a ver abarrotado al estadio General Santander, como es habitual incluso en la B.