La gira asiática culminó con sabor agridulce. El triunfo en China tapó la derrota en Corea, aunque de los dos partidos el cuerpo técnico sacó conclusiones.
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Antes de entregar la lista de 30 preseleccionados y el corte final donde quedarán los 23 oficiales, la tricolor jugará dos encuentros amistosos más. Esos juegos se disputarán en marzo, durante la última fecha FIFA antes de meterse de lleno en Rusia 2018.
El entrenador nacional, José Pékerman, dará una última prueba a los jugadores en los que tiene dudas para saber si están aptos o no para vestir la camiseta amarilla en el Mundial. Sin embargo, esos partidos podrían no ser ante selecciones de primer nivel.
Mientras otras selecciones ya tienen amistosos pactados para esa fecha FIFA, Colombia no tiene rivales todavía. Lo único que se pudo saber es que ese par de encuentros se disputarían en Estados Unidos, lo que restringe las posibilidades de enfrentar selecciones de alto calibre.
A falta del sorteo, los principales equipos del mundo no saldrían del Viejo Continente, conociendo que el final de las temporadas europeas estarían muy cerca. De hecho, varias de ellas ya tienen encuentros pactados, como Alemania vs. Brasil y España, Inglaterra vs. Francia y Argentina vs. Italia (que no va al Mundial).
En suelo norteamericano, las opciones terminan limitadas, entre ellas la selección local, o algún rival centroamericano. Sudamericanos y africanos también jugarán en Europa, mientras que los asiáticos lo harán en su continente.
Una de las mayores críticas al ciclo Pékerman es la calidad de rivales que enfrentó en juegos amistosos. En cinco años de proceso, la tricolor solo enfrentó a campeones del mundo como Brasil y España en partidos de exhibición, mientras que con los otros cinco monarcas no jugó. Además, enfrentó a Bélgica y Holanda como selecciones destacadas.
El partido ante China fue una prueba positiva para jugadores como Felipe Pardo, José Fernando Cuadrado y Jefferson Lerma. Sin embargo, no enfrentar a una selección que exija puede ser perjudicial para el panorama en Rusia. Pékerman juega a seguro, pero a veces lo barato sale caro.
