La medalla de bronce fue para el brasileño Caio Bonfim con un tiempo de 1h19:04, igualmente récord nacional.
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Arévalo, de 24 años, campeón mundial júnior en 2012 y actual líder del circuito Challenge de la IAAF, hereda el trono absoluto del español Miguel Ángel López, que hoy llegó décimo con 1h19:57, justo a continuación de otros dos españoles, Álvaro Martín, octavo con 1h19:41, y Alberto Amezcua, noveno con 1h19:46.
López parecía recuperado de su decepción olímpica de Río, donde sólo fue undécimo en 20 km y se retiró en 50, pero físicamente no tenía la forma que deslumbró hace dos años.
China se permitió el lujo de prescindir del campeón olímpico, Wang Zhen, y del subcampeón, Cai Zelin, pero presentaba al líder mundial del año, Wang Kaihua (1h17:54), que falló al final.
Como en la final olímpica de Río, donde terminó sexto, el británico Tom Bosworth se colocó al frente desde la salida, a un ritmo de 3:59 el mil.
En el séptimo km le ayudó a tirar el sueco Perseus Karlstrom, nacido en una familia de marchadores: su padre, el mexicano Enrique Vera, su madre, Siw Gustavsson, y su hermano Ato Ibáñez. Perseus decidió adoptar el apellido de soltera de su madre.
Kaihua, uno de los dos Wang chinos, entrenado por el italiano Maurizio Damilano, apretó en el noveno km para aligerar el grupo, todavía muy numeroso, en el que viajaban dos españoles (López y Álvaro Martín) y dos colombianos (Arévalo y Manuel Soto). Se pasó el 10.000 en 39:48.
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Bosworth salió con todo en el km 12 e inmediatamente fue descalificado. «Los británicos son lo peor marchando. Si los jueces fueran como deben, no acabaría ninguno», había dicho la víspera el entrenador de Miguel Ángel, José Antonio Carrillo.
El tirón del gigante alemán Christopher Linke -quinto en Río- en el 13 dejó cortado al campeón del mundo español, mientras que Álvaro Martín y Arévalo permanecían en el primer paquete, ya reducido a ocho unidades.
Arévalo hizo su primera apuesta en el 17 y arrastró a Linke, al ruso Sergei Shirobokov y al sudafricano Lebogang Shange, que buscaba la segunda medalla africana de la historia en marcha. Sólo el tunecino Hathem Goula había subido al podio (bronce en Osaka 2007).
Un cambio de Shange seleccionó a un trío, con Arévalo y Shirobokov, al penetrar en la última vuelta, y poco después el colombiano redobló su ataque, al que sólo respondió el ruso, pero un nuevo tirón acabó con las energías de su rival, que miró hacia atrás en señal de rendición. Arévalo se fue camino de la victoria.
Arévalo había ganado en Ciudad Juárez, en Rio Maior y en el Panamericano y quería sacar la cara por Latinoamérica en un día con un toque de sentimentalismo para él, porque en los 50 kilómetros había puesto fin a su carrera su maestro Luis Fernando López, campeón mundial de 2011, que no pudo acabar su última prueba.