La Policía de Colombia dispuso hoy un estricto operativo de seguridad para el partido de semifinales de la liga local entre América y Deportivo Cali, que incluye el despliegue de 1.300 agentes, sobrevuelo de helicópteros y cortes de calles en los alrededores del estadio, que no recibirá público por una sanción.
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Después de los incidentes protagonizados por hinchas del América y del Cali el pasado 24 de mayo que dejaron 30 heridos y 85 detenidos tras un derbi en la Copa colombiana, la Policía dispuso una gran operación de seguridad en la ciudad, de unos 2,4 millones de habitantes.
“En esta oportunidad se han diseñado dispositivos especiales con los que se busca prevenir desmanes, ejercer control y ofrecer tranquilidad antes, durante y después del evento futbolístico, dentro y fuera del estadio”, señaló la Policía Metropolitana de Cali en un comunicado.
La institución confirmó que 1.300 agentes estarán distribuidos dentro del estadio Pascual Guerrero, en las zonas aledañas y vías principales de la ciudad, y que además contarán con un helicóptero «equipado con tecnología de última generación».
Además, se prohibió la venta de licores 200 metros alrededor del estadio, así como de juegos pirotécnicos, pólvora, espuma, harina o «uso de cualquier otro elemento que pueda desencadenar en riñas o alteraciones del orden».
También el cierre de las calles en un perímetro de cuatro cuadras en torno al escenario deportivo y se ordenó un toque de queda para menores de edad.
De igual forma se prohibió la agrupación de barras (grupos de hinchas) de forma organizada y las caravanas de vehículos y motocicletas.
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Tras el partido del 24 de mayo, el alcalde de Cali, Maurice Armitage, anunció que si continúa la violencia provocada por ultras del fútbol suspenderá los partidos para impedir disturbios.
EFE.
