Llegó la montaña al Giro de Italia. Aunque faltan varios días para que los picos más altos aparezcan, este fue un buen abrebocas. Con cierre en el alto de Etna, la consigna del líder Fernando Gaviria era mantener así sea un día más la camiseta rosada, que lo distinguía como líder de la clasificación general.
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La clasificación general al terminar la quinta etapa:
— Don Derroche (@Don_calimenio) May 10, 2017
La otra expectativa era ver si Nairo Quintana aparecía en esta etapa, la cuarta del recorrido. El colombiano podía pegar de entrada, o especular con lo largo de la competencia y guardar energías para lo que se viene.
La etapa tuvo un puerto de montaña de segunda categoría en medio del trazado. Allí, se creyó que el equipo del líder, el Ettix Quick Step, iba a desfallecer y el sueño rosado de Gaviria se esfumaría rápidamente. Pero no fue así. Los ciclistas del equipo belga atravesaron la montaña y quedaron a rueda del pelotón para el ascenso final al Etna.
Antes de llegar al comienzo de la escalada, hubo un momento de zozobra. El ciclista antioqueño, ganador de la tercera etapa, calculó mal una curva en una intersección y cogió por el camino equivocado. Esto desconcentró al pelotón, que ante la confusión reinante chocaron varios pedalistas, provocando múltiples caídas.
Afortunadamente, Gaviria pudo frenar y volver al camino. En cuestión de pocos minutos, quien llegó como líder se puso nuevamente en el grupo de favoritos, con el Etna en el horizonte.
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Pero la montaña fue mucho para el paisa. Poco a poco se fue quedando y el ascenso al Etna quedó exclusivo para los favoritos. Nairo Quintana y Vincenzo Nibali se medían, mirándose fijamente para atacar o aguantar, con sus gregarios respaldándolos.
Los ataques fueron neutralizados por el pelotón, salvo por la fuga tempranera que protagonizó el esloveno Jan Polanc. A falta de 4 minutos le llevaba 2:00’ a los favoritos, que iban midiéndolo para tratar de cazarlo.
A falta de 2 kilómetros la diferencia pareció indescontable y los del pelotón se preocuparon por ellos mismos. El primer favorito en atacar fue Vincenzo Nibali. El ‘tiburón’ mostró los dientes, pero Nairo y compañía no le patrocinaron el ímpetu y rápidamente lo capturaron.
Polanc pasó en primera posición y ahora era el turno para ver cuales ciclistas del pelotón obtenían los puntos de bonificación al cruzar la meta. El que intentó cazar hasta el último momento al esloveno fue el ruso Ilnur Zaharin, pero sin fortuna.