Copa Libertadores: Nacional clasifica con sufrimiento y polémicas

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Como era de esperarse, desde el inicio los de Reinaldo Rueda se jugaron el partido como una verdadera final, a jugarse el todo por el todo y a imponer condiciones. La obligación de la victoria después de caer en el primer partido y el apoyo del público, hicieron que los primeros minutos se jugaran en campo del visitante.

Pero a la primera oportunidad que le dio Nacional de atacar a Rosario Central fue para lamentar, una jugada por la banda derecha terminó en un penal muy discutido y polémico porque Jonathan Copete tenía la mano en el piso y el balón golpeó su extremidad y el juez central señaló el punto de penal sin dudar.

La responsabilidad de cobrar y convertir el cobro fue de Marcos Ruben, quien con seguridad mandó el balón al fondo y obligaba a Nacional a marcar mínimo tres goles para poder soñar con esa Libertadores que obtuvo en 1989.

Después del gol los de Rueda se vieron muy confundidos, afanados y llenos de imprecisiones las cuales que fueron aprovechadas por el equipo visitante para llevar el partido al terreno de los conflictos y choques, todo para perder tiempo y cortar el ritmo de juego.

El primer tiempo se fue así, lejos de los arcos, pero una jugada individual y asistencia de Orlando Berrío, quien había entrado por Sebastián Pérez para cambiar el planteamiento, fue bien aprovechada por Macnelly Torres que en la reposición venció a Sebastián Sosa y se fue al camerino con la moral de estar más cerca de la remontada.

Nacional volvió a salir con el ánimo de llevarse por delante a su rival y sobre el minuto 49 pudo ponerse arriba en el partido, después de un error del defensa Alejandro Donatti, Marlos Moreno apareció asistió a Alejandro Guerra quien una vez más venció a Sosa y puso a tiro de un gol la clasificación a las semifinales para los ‘verdolagas’.

Cuando se vio por debajo en el marcador y muy cerca de quedar eliminado, el entrenador Eduardo Coudet modificó sus planteamiento y se cerró mucho más en el fondo para conservar el cupo que le estaba otorgando el gol de visitante que obtuvo en el primer tiempo con aquel penal tan dudoso. Mientras Nacional siguió con su ímpetu y personalidad buscando aumentar la diferencia.

Cuando faltaba un poco más de 10 minutos empezaron a aparecer los conflictos, peleas y choques que hicieron que los ánimos se caldearan, a pesar de que en varias oportunidades no pasara nada grave y todo fuera exagerado por los visitantes debido a su necesidad de ‘quemar tiempo’, infortunadamente los paisas se dejaron provocar y entraron en el juego que menos le convenía.

Pero llegando al sexto minuto de adición y con angustia, Orlando Berrío, una de las figuras del partido, remató frente al portero Sebastián Sosa y puso a celebrar a toda la afición verde del país, aunque lamentablemente el mismo Berrío, Marlos Moreno y otros jugadores del equipo colombiano entraron en peleas por celebrar con provocaciones el gol en la cara del guardameta visitante.

Las provocaciones de los jugadores de Nacional y las reacciones de los integrantes de Rosario Central hicieron que el partido perdiera todo sentido, golpes, insultos, peleas, hinchas dentro del campo, intervención de personal de logística, en fin, un espectáculo vergonzoso que opacó el paso de los ‘verdolagas’ a una semifinal que se disputará frente a Sao Paulo.

Alejandro Guerra (Nacional)

«Nunca bajamos los brazos, siempre tuvimos fe y cuando no se puede jugar bien, hay que meter y correr. Así se refleja esta familia»

«Supimos manejar los tiempos de partido, abriendo la cancha y contentísimo por todo lo que estamos logrando»

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Pub/RM