En medio del encuentro entre Racing de Avellaneda y Belgrano de Córdoba se presentó algo que no es nada común y causó muchas reacciones en el público y los televidentes del partido, que terminó sin goles.
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Al portero Juan Carlos Olave le arrojaron un pedazo de hamburguesa desde una de las tribunas populares del equipo rival, en medio de todo lo que le arrojan a los jugadores algo de comer no es muy común. Menos común fue lo que hizo el portero del equipo ‘Pirata’, tomó la hamburguesa con su mano y le dio u mordisco mirando fijamente a aquellos que se la habían arrojado.
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Pudo ser por provocación, por ponerle algo de folclor o simplemente quería comer algo y le quedó muy fácil recoger lo que le tiraron de la tribuna del ‘Cilindro de Avellaneda’ cancha de Racing.
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Para muchos es una acción desagradable, no solo por la provocación, también por la falta de higiene que conlleva comer cualquier alimento sin saber la procedencia y que cayó en el césped de una cancha de fútbol. Este es un mal ejemplo para los niños y los padres de Olave no deben estar muy orgulloses de lo que su hijo hizo en frente de millones de personas que veían el juego.