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Fútbol, América y boxeo, las pasiones deportivas de “Chespirito”

Roberto Gómez Bolaños fue y será reconocido mundialmente por su gran creatividad y sentido del humor, pero pocos conocen que fuera de las pantallas tenía dos pasiones deportivas: el fútbol y el boxeo.

Y «Chespirito» no era un aficionado más. El cómico mexicano intentó ser profesional en las dos disciplinas. Bajo de estatura (1.61 metros) encontró en los puños la mejor manera de defenderse de los compañeros que quería abusar de él. «En mi etapa de preparatoria me metí al campeonato de box y fui campeón. Pensé que en mi peso nadie podía ganarme en el mundo», aseguró en el documental Chespirito: El niño que somos.

Luego de vencer a los niños de su edad y ver que tenía muchas aptitudes, entró a una competencia más importante, donde no ya no tuvo tanto éxito. «Estuve en los Guantes de Oro, pero ahi ya no gané», indicó.

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Entonces buscó una oportunidad en su otra pasión, el fútbol. Desde siempre fue fanático del América y siempre aprovechaba cualquier oportunidad para declararlo, pero hizo pruebas en otro equipo, el Marte.

«Hice pruebas en el Marte cuando estaba en la Universidad. Tenía muchas cualidades pero desistí debido a mi peso que era de 48 kilos, algo facilitaba a mis rivales a desplazarme», aseguró.

Entonces se dedicó a la comedia e hizo felices a millones de personas. Una de sus obras fueron las dos películas de «El Chanfle», en la que interpretaba a un ayudante del club de sus amores.

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