Para los que pregonaban que James Rodríguez era un fichaje de conveniencia empresarial del presidente del Real Madrid; Florentino Pérez, con Colombia, han cambiado de óptica al comprobar en cada partido que el cafetalero se apodera a pasos agigantados de un puesto en la oncena titular del club blanco.
Las graderías del estadio Power 8 del RCD Espanyol, en el duelo de ida de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey ante el Cornellà, dejaron constancia de cómo ha sido recibido Rodríguez en la afición merengue, con pancartas y camisetas del nuevo ídolo blanco.
“Animaron mucho. Estoy agradecido, son una de las buenas sensaciones que me da el fútbol. En estos partidos también hay que estar concentrados”, indicó el colombiano, sin darle tanta importancia al espectacular servicio de esquina que sirvió desde el vértice derecho para que el francés Varane abriera la cuenta en la victoria merengue 4-1 que le propinaron al modesto Cornellà.
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