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Robredo supera la primera ronda de Bercy

París, 28 oct (EFE).- El español Tommy Robredo superó hoy la primera ronda de París-Bercy, último Grand Slam del año, al derrotar al canadiense Vasek Pospisil por 6-3, 4-6, 7-6(5).

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El jugador catalán, que viene de perder la épica final de Valencia contra el británico Andy Murray, impuso su mayor experiencia en el inicio del partido y así se alzó con la primera manga.

Pero la fatiga de Robredo, de 32 años, comenzó a dejarse sentir en ese momento del partido, coincidiendo con la mejora en el servicio del joven canadiense, de 24 años y 54 del mundo, que se hizo con la segunda.

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En la tercera, el juego desde el fondo de la pista del español equilibró el tenis del canadiense y todo se resolvió en el juego de desempate, que cayó del lado del español.

Robredo se medirá contra el japonés Kei Nishikori, sexto cabeza de serie en París.

París, 28 oct (EFE).- El español Tommy Robredo superó hoy la primera ronda de Bercy, el último Másters 1.000 del año, superando la fatiga acumulada en la final de Valencia, que perdió el pasado domingo contra el británico Andy Murray tras 3 horas y 20 minutos de juego.

«Lo importante hoy era ganar y superar la paliza del domingo», indicó el catalán tras derrotar en la capital francesa al canadiense Vasek Pospisil por 6-3, 4-6, 7-6(5), apenas 48 horas después de haber jugado en el Ágora de Valencia uno de los partidos más épicos e intensos de su carrera.

«Estoy destrozado. Llegué el mismo domingo a París. Ayer no me podía mover, me dolía todo, estaba vacío, me daban un plato de ensalada, que la odio, y me lo comía. Tengo muchos dolores y me falta energía», agregó.

Pese a ello, Robredo, de 32 años, es supo sobreponerse a ello y afrontar el partido contra el joven canadiense, de 24 años y 54 del mundo.

Pero la final de Valencia no ha quedado atrás. Robredo sigue adelante en el último torneo del año y no tendrá ningún día de reposo. «Así es difícil recuperarse. Creo que anímicamente ya lo he hecho. Cuando acabé el partido no estaba enfadado porque no tenía ni fuerzas. Se me quedó cara de bobo», dijo.

«Las primeras horas fueron de frustración. Luego de admiración por lo que fui capaz de hacer. Veo las redes sociales y la gente que habla bien de ti y lo mucho que ha disfrutado y me digo que hice algo maravilloso, que ojalá pueda repetir cada semana. Se escapó el partido pero ganamos muchas cosas, aprendimos muchísimo y demostramos a la gente que todavía estamos ahí», señaló.

«Finales como la de Valencia hay pocas en el circuito. Íbamos 3-3 y estábamos ya los dos muertos, cada punto disputadísimo, ninguno bajaba los brazos, todos los puntos eran muy largos,… es difícil que eso se repita. El nivel de juego y la intensidad que le pusimos los dos no es fácil de que se repita», afirmó.

Pese a todo, Robredo reconoce que queda algo de frustración, «por haber dejado escapar el partido teniendo cinco bolas para ganarlo, por no ganar un Open 500, en casa de Juan Carlos (Ferrero) por lo que tenía ilusión».

Además, el fantasma de esas cinco bolas de partido contra Murray reapareció en el duelo contra Pospisil cuando el canadiense superó la segunda con fortuna, después de que su golpe pegara en la red y pasara como punto ganador.

«Tenía ganas de remediar lo que pasó en Valencia. En Shenzhen tuve 5 bolas de partido y las jugué de una manera y en Valencia de otra. Creo que mejoré. Hoy cuando he tenido las tres bolas de partido y las he jugado bien. He sabido aguantar. Pero cuando ha tocado la cinta, se me han pasado cosas por la cabeza», indicó.

Tanta es su fatiga, que el español renunció a disputar el torneo de dobles de Bercy en el que estaba inscrito con el argentino Leonardo Mayer, quien además sufría problemas en la espalda que le impidieron acabar su partido de individuales.

Robredo se medirá contra el japonés Kei Nishikori, sexto cabeza de serie en París y contra quien acumula dos derrotas, siempre en pista dura, en Brisbane el año pasado y en Tokio en 2012.

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