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Ángel Vicioso afirma que tuvo relación con Eufemiano Fuentes “de forma esporádica”

Madrid, 22 feb (EFE).- El ciclista del Katusha Ángel Vicioso, único en activo de los testigos de la Operación Puerto, reconoció hoy haber mantenido relación como paciente con el doctor Eufemiano Fuentes, aunque «de forma esporádica».

«Fue mi medico desde el año 1999 hasta el 2002, era el médico del Kelme. Luego tuve relación con él en tiempos del Liberty (2004-2006) de manera esporádica. Le llamaba para consultar algún problema que tuviera, por ejemplo por una lesión de rodilla que me produje tras una caída en el Tour de Francia. Le pregunté para solucionar el problema», señaló.

Tras preguntarle el letrado de la UCI si Eufemiano Fuentes era traumatólogo, Vicioso señaló que «aunque no era especialista en traumatología, era un buen médico» y él pensó que le daría «una solución».

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Aún en la época del Liberty, dirigido por Manolo Saiz, otro de los acusados en la Operación Puerto, Vicioso consultó a su director «si podía llamar a Fuentes, que no era médico del equipo, para ir a algunas consultas».

Viciosó negó que Fuentes le practicara alguna extracción de sangre: «Me mandó hacerme alguna extracción para las analíticas, incluso alguna me la hizo él. Esto lo hacía en Kelme».

El testigo ha añadido que quedaba con el médico «en hoteles o en bares» y que éste nunca le prescribió ningún medicamento y que, en caso de necesitar alguna prueba, como una resonancia, le remitía a otras clínicas.

Negó el ciclista aragonés que pagara cantidad de dinero alguna al médico canario en el período 2004-2005 cuando le hacía alguna consulta. «Nunca le pagué nada, lo hacía gratis»

Respecto a Ignacio Labarta, uno de los cinco acusados en el juicio, admitió una relación más amplia en el plano personal y profesional.

«Le conozco desde ante de ser profesional, era mi entrenador. Lo fue en Kelme y lo ha sido hasta hace dos años. Luego en el ONCE siguió planificando mis entrenamientos», aclaró Vicioso, quien señaló que le pagaba a Labarta unos 5.000 euros al año por sus planificaciones.

El excorredor del Relax Fuenlabrada, Andalucía y Androni y actualmente en las filas del Katusha, no reconoció los documentos que le fueron mostrados a través de la pantalla de la videoconferencia, en los que presuntamente se le planificaba la temporada con los medicamentos a consumir.

«Nunca me han planificado así la temporada. Solo me mandaban un plan hasta las clásicas y el resto dependía de los resultados y el rendimiento que tuviera para ir a otras carreras. Los símbolos que aparecen nunca los había visto», dijo.

El corredor aragonés señaló que no tendría inconveniente en someterse a las pruebas de ADN para corroborar si entre las bolsas de sangre incautadas en los domicilios madrileños del doctor Fuentes había alguna suya.

Sobre las siglas que aparecen en la documentación intervenida, el testigo admitió que podían corresponder a compañeros suyos, como por ejemplo RH (Roberto Heras) o JB (Joseba Beloki), y que las iniciales AV son las de su nombre.

Madrid, 22 feb (EFE).- El exciclista Marcos Serrano declaró hoy como testigo en el juicio de la Operación Puerto que su director deportivo en el Liberty, Manolo Saiz, «tenía en mente contar con Eufemiano Fuentes», aunque se decantó por los propios médicos del equipo.

Serrano, quien declaró por videoconferencia desde Vigo, dejó claro que Manolo Saiz le comentó en el ONCE (2003) que debería ser atendido «por médicos del equipo», y más tarde en el Liberty (2004-2006) y en una charla «de café», le dijo que tenía en mente a Eufemiano Fuentes, pero nada más. «Luego me dijo que si iba a estar en el equipo tendría a Alberto Garai y Alfredo Córdoba».

Saiz barajó el nombre de Fuentes para tenerlo en el equipo «porque ya lo conocía anteriormente de otros equipos».

Marcos Serrano aseguró que nunca habló de contar con los servicios del médico canario «de forma privada», y que Manolo Saiz tampoco se lo sugirió.

A propuesta del letrado de la Unión Ciclista Internacional (UCI), Serrano observó los calendarios de la planificación del equipo Liberty, donde aparecían las pautas a seguir en la temporada.

Serrano no supo indicar si había visto alguna vez esos documentos y dudó de si se trataba de la planificación elaborada por Manolo Saiz.

Lo que, sin embargo, aseguró fue que él nunca entregó a Eufemiano Fuentes esos documentos, y que nadie lo hizo por él.

También reconoció Serrano las sigla RH (Roberto Heras), IG (Igor González) AV (Angel Vicioso) y MS, las iniciales de su nombre y apellido, que atribuyó al italiano Michele Scarponi.

Marcos Serrano aseguró también en su declaración que nunca fue sometido a una transfusión por parte de Eufemiano Fuentes con el objetivo de mejorar el rendimiento, solo «pequeñas extracciones para análisis y cuando era médico de mi equipo».

A ser preguntado si estaría dispuesto a prestar una muestra de su ADN para contrastar su sangre con la de las bolsas incautadas en los pisos de Eufemiano Fuentes en Madrid, Serrano, que ya dejó una muestra cuando corría en el Karpin, no mostró oposición.

«Si hiciera falta entregaría el ADN, pero depende de quién me lo pida y para qué», señaló.

Madrid, 22 feb (EFE).- El exciclista del Liberty Marcos Antonio Serrano ha asegurado hoy que su mujer contactó con el médico Eufemiano Fuentes el 23 de mayo de 2006, mientras él estaba hospitalizado tras abandonar el Giro de Italia, porque el facultativo «sabía italiano» y quería que le hiciese de traductor.

Serrano, que ha declarado como testigo en el juicio de la Operación Puerto, se retiró del Giro de Italia de ese año tras sentirse enfermo el 19 de mayo de 2006, solo cuatro días antes de que la Guardia Civil detuviera en Madrid a Fuentes y al director deportivo Manolo Saiz.

El ciclista pasó varios días en un hospital italiano y, a su regreso a España, ingresó en un centro sanitario de Vigo, oficialmente por una «intoxicación medicamentosa».

El 23 de mayo, su mujer, Clara, envió desde su teléfono un mensaje a Fuentes, que no era médico del Liberty, aunque lo había sido de Serrano en el Kelme entre 1994 y 1998: «Hola, soy Clara, la mujer de Serrano ¿Podría comentar algo de Marcos?»

Serrano ha dicho hoy que fue él quien pidió a su mujer que contactara con Fuentes, con el que mantenía buena relación, y que lo hizo porque no entendía lo que le decían los médicos italianos y necesitaba alguien que conociera ese idioma.

«Simplemente necesitaba un médico que supiera italiano. Los médicos del Liberty no sabían», ha dicho el testigo, que frente a la versión conocida hasta ahora -que abandonó el Giro al sentirse súbitamente enfermo y que fue diagnosticado oficialmente de una «intoxicación medicamentosa»- ha dicho que empezó a encontrarse mal ya en las primeras etapas de la prueba, pero que siguió compitiendo «por cabezonería»,

«Seguí por mi cabezonería, por el ímpetu que tenía por acabar las tres grandes vueltas ese año», ha manifestado el exciclista, que ha dicho que llevaba varios días corriendo con fiebre y que, de acuerdo con el médico del equipo, decidieron que fuera a un centro médico italiano.

El abogado que ejerce la acusación en nombre de la Unión Ciclista Internacional (UCI) le ha preguntado entonces por qué le dejaron hospitalizado si solo tenía fiebre y si no es verdad que le diagnosticaron una intoxicación medicamentosa: «Nunca me dijeron eso, me dijeron que tenía un virus».

Serrano, que ha asegurado que no entendía a los médicos italianos, pidió el alta voluntaria y se trasladó a Vigo, donde ingresó en otro hospital para hacerse pruebas.

«¿Le dieron entonces el alta?», le han preguntado, a lo que el excorredor ha respondido admitiendo que no, que estuvo «haciendo pruebas tres o cuatro días».

La versión de los hechos conocida hasta ahora señalaba que Serrano estuvo dos días hospitalizado en Italia y diez más en Vigo, aunque él ha dicho hoy que esa última cifra le parece «exagerada» y ha insistido en que su diagnóstico en España fue también «una infección vírica».

El testigo tampoco ha aclarado dónde se encontraba, si en Italia o ya en Vigo, cuando su mujer envió el mensaje a Fuentes.

«Como yo no sabía italiano, intentamos localizar a alguien que supiera italiano. Yo sabía que Fuentes sabía italiano y le mandé llamar», ha declarado Serrano, que ha añadido que los médicos del Liberty, además de no conocer ese idioma, «estaban a 500 o 600 kilómetros», siguiendo el Giro con el equipo.

En otro momento de la declaración, sin embargo, había asegurado que cuando ingresó en el hospital en Italia le acompañaba uno de ellos, Sergio Quilez, mientras que en el viaje en avión a Vigo iba en compañía de la otra, Raquel Ortolano.

«Entonces, ¿lo único que su mujer quería de Fuentes es que hiciera de traductor?» ha insistido la acusación. «Seguro, porque fui yo quien le pidió que le llamara», ha concluido Serrano.

El mensaje, que según el exciclista fue «a un buzón de voz», nunca tuvo respuesta.

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