Deportes

Los Gigantes tuvieron el mejor pitcheo, bateo oportuno y defensa

Houston (EEUU), 29 oct (EFE).- Ni el haber comenzado la fase final sin ser favoritos en los pronósticos ni estar seis veces al borde de la eliminación afectó la confianza y el juego de los Gigantes de San Francisco que se proclamaron nuevos campeones de la Serie Mundial del béisbol de las Grandes Ligas.

Los Gigantes sobre el diamante poco a poco fueron demostrando que tenían la mejor rotación de abridores de las Grandes Ligas, un bullpen de garantía, un bateo oportuno y una defensa segura y consistente, elementos claves para triunfar en el deporte del béisbol.

Los aportaron en la edición número 108 de la Serie Mundial y barrieron por 4-0 a los Tigres de Detroit al mejor de siete partidos después de ganarles el cuarto por 4-3 en la décima entrada.

Recomendados

El manejador de los Gigantes, Bruce Bochy, fue el que mejor definió la filosofía de juego del equipo cuando dijo que si tienes tu fuerte en el pitcheo y aseguras una buena defensa, el acierto con el bate viene y va, por lo que su equipo aprovechó también el acierto ofensivo.

El segunda base venezolano Marco Scutaro confirmó su gran momento en el «Clásico de Otoño»y pegó imparable remolcador que decidió la carrera del triunfo.

El tolete de Scutaro definió la pizarra en la parte alta del décimo episodio al remolcar la carrera que marcó la diferencia para los Gigantes, que lograron el segundo título de la Serie Mundial en tres temporadas.

Los Gigantes se hicieron del triunfo «barriendo» en la serie 4-0 a los Tigres, a pesar de que no eran uno de los equipos favoritos para conseguir el título, pero al final contaron con una serpentina invisible para la novena enemiga, y unos toletes de poder y oportunos.

Nunca en las 130 temporadas de la franquicia, habían ganado dos Series Mundiales con tanta proximidad una de otra, excepto cuando lograron títulos consecutivos en 1921-22 cuando tenían su sede en Nueva York.

Para los Gigantes fue su quinto viaje al Clásico de Otoño desde que llegaron a la sede de San Francisco, y el primero desde el 2010, cuando se hicieron de su primer título en tierras californianas.

Los Gigantes han aparecido en 19 ocasiones en la Serie Mundial, 14 de ellas bajo el nombre de Nueva York, y cinco como San Francisco, para ser el equipo de la Liga Nacional con más viajes al Clásico de Octubre, y sumaron su séptimo título.

Scutaro se convirtió en el bate clave del juego al irse de 4-2, con remolcada y anotada, pero pegó el imparable definitivo hacia el jardín central en la parte alta de la décima entrada para llevar a la registradora al bateador designado Ryan Theriot, con la carrera de la victoria.

La carrera que impulsó el venezolano rompió un empate en la pizarra que prevalecía desde la parte baja de la sexta entrada.

Mientras que el abridor Matt Cain, que trataba de ser el segundo lanzador en iniciar y ganar tres juegos de fase final, después de que lo consiguiera el zurdo Andy Pettitte con los Yanquis de Nueva York en el 2009, lanzó sólido, pero salió sin decisión.

Cain soportó los dos jonrones que le dieron forma a la pizarra de los Tigres, al ser sorprendido por el rey de Triple Corona, el venezolano Miguel Cabrera y el bateador designado Delmond Young, que lo castigaron con sendos vuelacercas.

Incluso en el tercer episodio Cain permitió que los Tigres se pusieran arriba 2-1, lo que les rompió a los Gigantes los 56 episodios consecutivos sin enfrentar una desventaja. La novena de San Francisco no había estado debajo en la pizarra desde el cuarto juego de la serie por el título de la Liga Nacional contra los Cardenales de San Luis.

Pero el receptor Buster Posey se encargó de remontar la pizarra nuevamente con batazo de cuatro esquinas en el sexto episodio. Para Posey fue el tercer jonrón en fase final y el primer hit extra base desde que pegó grand slan en el quinto juego de la serie de división contra los Rojos de Cincinnati.

Mientras que los Tigres, que iniciaron la campaña como uno de los equipos protagonistas de la Americana, cumplió con las expectativas al llegar por décimo primera ocasión a la Serie Mundial, y la primera desde el 2006 cuando perdieron ante los Cardenales de San Luis.

La última vez que los Tigres ganaron la Serie Mundial fue en 1984 bajo la dirección del legendario piloto Sparky Anderson, que falleció en el 2010 a la edad de 76 años.

En esta ocasión los Tigres empezaban a responder, pero lo hicieron demasiado tarde, cuando necesitaban cuatro victorias consecutivas para conseguir el título de Serie Mundial.

En el cuarto y último juego, con sus tres carreras, igualaron el número total de anotaciones que tuvieron en los primeros tres duelos, pero el esfuerzo fue insuficiente.

Los toletes de los Tigres no pudieron con la serpentina de los Gigantes, a pesar de que en la serie por el título de la Liga Americana, «barrieron» a los Yanquis de Nueva York.

Aunque los Gigantes no eran el equipo protagonista, el exceso de carácter y disposición de sus jugadores les permitió acreditarse su séptimo título en la historia de la franquicia.

Tags

Lo Último

Lo que debe saber


Te recomendamos