El técnico José Mourinho lo había dicho desde antes del partido: su interés no era ganar la Supercopa, sino ver el funcionamiento del equipo, que en dos fechas no ha ganado en la liga, y que al frente tenía a un rival como Barcelona, que se acostumbró a ganar trofeos.
Al parecer la preocupación del entrenador se trasladó a los jugadores, que disputaron un partido como hace rato no se veía y donde dominaron, por lo menos en el primer tiempo, a unos azulgrana que no podían desarrollar lo mejor de su juego.
Higuaín y Cristiano Ronaldo fueron los anotadores de los dos goles blancos, a Pepe le anularon un gol, Adriano fue expulsado por cortar una intención clara de Cristiano Ronaldo y además de todo, Valdés fue una de las figuras de su equipo, al evitar que el marcador fuera vergonzoso en el Bernabéu.
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Pero antes de terminar el primer tiempo, Messi anotó de tiro libre y dio a entender que su equipo no estaba ‘muerto’ y complicó a Real Madrid, que perdonó en muchas oportunidades.
“Nosotros venimos de una mala racha y estábamos en deuda con la afición. El equipo no ha empezado bien, pero hay días con buena suerte y días con mala suerte”, dijo al final el partido el arquero Iker Casillas.
El juego contó con el debut del croata Luka Modric, que consiguió un título en apenas dos días con el equipo. Mourinho no celebró y parece que quedó contento con sus jugadores.
