En un deporte poco convencional, este colombiano desafía la altura y los peligros propios de sus saltos que le han valido para que en una oportunidad fuera calificado con la puntuación más alta y sea uno de los colombianos con mayor reconocimiento en el exterior por el nivel y creatividad en cada competencia.
Las lesiones no han sido esquivas en su carrera como profesional y, después de superar una de ellas, en junio empieza de nuevo su periplo por el mundo para combinar talento con naturaleza.
Parece que va a ser muy bueno porque ya me estoy recuperando de mi lesión y estoy clasificado para la serie mundial.
Recomendados
“Qué miedo”, barristas aterran a muchos en su desplazamiento en carretera
La Selección Colombia Femenina de Mayores definió sus convocadas para el próximo reto
Deportivo Cali lanzó boleta simbólica para que sus hinchas lo apoyen sin ir al estadio
Fue diferente porque después del accidente me olvidé prácticamente de que tenía que competir y me dediqué fue a mi recuperación. Afortunadamente pude estar en los eventos como comentarista de televisión, pero con la mentalidad enfocada en volver pronto.
A mi me gusta mucho Hawai y por eso creo que estoy viviendo allí. Hay unos sitios espectaculares para saltar. Muchas veces no es tanto la altura sino el ambiente.
Es muy difícil porque uno no lo puede practicar en un escenario natural muy peligroso ya que en caso de un accidente es muy complicado un rescate. Ahora, para saltar aquí en Colombia tenemos Malpelo (Pacífico) que es una belleza, he ido un par de veces y es alucinante. El Parque Tayrona también, tiene unas rocas increíbles. Lo bueno de mi deporte es que yo no necesito ningún tipo de equipo para saltar. Si yo estoy viajando y encuentro una piedra alta ya estoy listo.
Pasó hace más de un año en Cali y terminé en el hospital donde me hicieron varios exámenes para determinar que no tuviera sangrado interno. Al final no fue nada mayor sino un golpe en las costillas y después, a los cuatro días, ya estaba saltando de nuevo.
Entiendo exactamente qué tan peligroso es el deporte y he tenido accidentes varias veces. Cuando cosas así pasan lo que tengo que hacer es concentrarme en el entrenamiento y saber que estoy preparado para hacer estas cosas.
Al principio yo iba a la piscina con mi mamá y salía corriendo y saltaba al agua como cayera, porque nada me importaba. Ya después de eso fue que inicié a practicar en un club de clavados con la Selección del Valle y aprendí poco a poco la técnica y a generar dificultad saltando más alto.
Mi mamá siempre me ha apoyado en el deporte. Obviamente un poquito de preocupación porque ella entiende la altura y qué es lo que estoy haciendo, pero ella confía en que yo hago las cosas muy bien y no estoy tomando riesgos a la loca.
Es muy diferente. El entrenamiento cambia mucho y yo lo hago de otra forma. Es la misma técnica y la parte básica de los clavados es igual pero tiene unos detalles importantes muy diferentes y el entrenamiento varía.
No sólo los clavadistas sino mucha gente que sigue el deporte entiende que he traído cosas importantes y después de tantos años saben que no es sólo estar en una competencia.
En Colombia hay también mucho reconocimiento, lo que pasa es que no es un deporte importante. Tengo apoyo de los patrocinadores como Red Bull pero los clavados en el país no tienen un enfoque para Coldeportes o las federaciones.
Ostento el mayor número de campeonatos mundiales y significa mucho porque no es fácil lograrlo. El otro es el mayor puntaje en un clavado (10), que es algo que uno no se inventa sino que pasa y es una recompensa por el trabajo que ha hecho por tantos años.
Me gusta la Fórmula Uno, y también estoy siguiendo a Mariana Pajón y lo que hace en el Bicicross. Veo algo de fútbol americano porque viviendo en EE.UU se sigue mucho eso, pero normalmente no puedo practicar otro deporte porque el tiempo es escaso.
(risas) Obviamente, es el equipo de nosotros y es increíble verlos como están dando buenos resultados. Ojalá sigan así.