La Fiscalía General de la Nación abrió una indagación preeliminar para determinar si se presentaron irregularidades en la entrega y celebración del contrato de clausura del Mundial Sub-20.
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A raíz de una denuncia de la Contraloría de Bogotá se detectaron irregularidades en los contratos de la Copa Mundial Sub-20 en la capital. Según el organismo de control, hubo un detrimento patrimonial de 1.919 millones de pesos en la clausura del certamen futbolístico que se realizó en el país del 29 de julio al 20 de agosto del año pasado.
La exdirectora del IDRD, Ana Edurne Camacho, está siendo investigada al ser la responsable de los contratos.
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Luego de realizar una auditoría, el contralor de Bogotá, Mario Solano Calderón, informó que en el contrato de clausura del Mundial Sub-20, que estuvo a cargo del Instituto Distrital de Recreación y Deporte (IDRD) y que costó 4.700 millones de pesos, hay inconsistencias que los responsables no han podido justificar.
Solano Calderón señaló: “encontramos un contrato de alimentación por un día y la persona contratada lo da por 20 días y no por uno como debería ser”.
La organización y realización de este certamen deportivo costó cerca de cuatro mil millones de pesos en total y casi la mitad de este valor corresponde a los sobrecostos.
Uno de los más asombrosos, de acuerdo con el Contralor, es la vinculación de Jorge González, un campesino que hizo las veces de chamán y que fue contratado para que hiciera que no lloviera: “para esto le pagaron cuatro millones de pesos más un millón de viáticos”, aseveró Solano.
Otros rubros que no estaban previstos en el contrato son aquellos que se corresponden con pasajes aéreos y contrataciones a extranjeros por más de cien millones de pesos.
Además, el organismo de control encontró que el IDRD realizó una autorización de una adición por 300 millones de pesos sin justificar: “se les paga administración y todos los impuestos de retención e IVA”, comentó el funcionario sobre contratos con la Fundación Festival Iberoamericano de Teatro y el Teatro Nacional.